Cajas de zapatos vacías: un tesoro en casa que podés reciclar con ideas creativas y súper útiles

Si hay un recurso en casa muy subestimado, son las cajas de zapatos vacías. Estas siempre sobran, pero pocas veces sabemos qué hacer con ellas. Se pueden transformar en una valiosa herramienta dentro del hogar para poner orden y decorar, todo gracias al reciclaje y la reutilización de materiales. En lugar de que estén ocupando algún espacio y juntando polvo, es mejor aprovechar su estructura resistente y adaptable para darle rienda suelta a manualidades que permitan que se conviertan en organizadores para cajones, contenedores para papeles o documentos, estantes colgantes o, mejor aún, sistemas de almacenamiento vertical.

Cuando se ponen en práctica algunas de estas ideas de reutilización, no solo se contribuye a la sustentabilidad al darle una segunda vida a un objeto que comúnmente se tira, sino que también se evitan residuos innecesarios y se logran soluciones personalizadas para poner en distintos ambientes o espacios de la casa. Estas nuevas propuestas pueden ir en el escritorio, en el dormitorio o en el cuarto de juegos. ¿Cómo sacarles mejor provecho a estas cajas de zapatos? Se recomienda reforzar la estructura con cartón grueso y con cinta, evitando cargas pesadas. Esto ayuda a que duren más tiempo.

Muchas de estas cajas se pueden aprovechar para el reciclaje gracias a su resistencia y versatilidad. Por ejemplo, son ideales para organizar cajones, donde podés guardar ropa interior o distintos accesorios. Esto se logra cortando la caja en compartimentos del tamaño que quieras, forrando el interior con papel decorativo o tela adhesiva y poniéndola dentro del cajón como separadores.

También podés usar las cajas para hacer una estantería pequeña, colgándola en la pared. Para este proyecto de reciclaje, vas a necesitar varias cajas del mismo tamaño. Primero, reforzá el interior con cartón grueso, luego las decorás por fuera y las pegás entre sí con silicona caliente. Finalmente, las fijás a la pared con ganchos o tornillos resistentes.

Lo bueno de estas cajas recicladas es que, debido a su estructura y peso, se pueden apilar una encima de otra. Gracias a sus materiales, se pueden combinar con otros elementos reciclados y dejar volar tu imaginación, decorándolas con diseños y colores distintos.