Tu árbol de Jade puede ser mucho más que verde: el truco para que sus hojas tengan tres colores

Las plantas de interior no solo decoran los espacios, sino que también pueden transformarse según sus condiciones de luz y cuidado. Un claro ejemplo es el árbol de Jade, una suculenta que, bajo ciertas condiciones, desarrolla hojas con matices que van del verde al rojo y amarillo, otorgándole un aspecto aún más llamativo.

El secreto para lograr esta variación de color radica en la exposición solar. Las plantas como el árbol de Jade reaccionan a la luz directa modificando sus tonos, dado que una alta radiación provoca cambios en la producción de pigmentos. Si se coloca en un lugar con abundante luz solar, sus hojas pueden adquirir tonalidades rojizas en los bordes, mientras que el amarillo aparece cuando la intensidad es aún mayor y la planta está expuesta durante largos períodos.

Por el contrario, si se desea que el árbol de Jade recupere su tradicional color verde, la clave está en trasladarlo a un espacio con semisombra. Al recibir una menor cantidad de rayos directos, la producción de clorofila aumenta, favoreciendo un tono uniforme y saludable en las hojas. Este ajuste en la iluminación es fundamental para regular su aspecto sin comprometer su desarrollo.

Ajustando la exposición solar, es posible disfrutar de una planta con una apariencia única, adaptada a los cambios estacionales y a las preferencias personales.