Plantas
Despedite de las babosas y caracoles, así podés hacer una trampa con el cartón de los huevos y sin gastar en productos
Este simple truco hará que los caracoles no se acerquen a tus plantas.Con la llegada de la humedad, es normal que los caracoles invadan las huertas y jardines en busca de hojas tiernas para alimentarse. Estos pequeños visitantes pueden causar un gran daño en las plantas jóvenes, debilitándolas en poco tiempo. Para controlar la presencia de caracoles de forma casera y económica, existe un método muy simple utilizando elementos que seguro tenés en casa.

La clave está en aprovechar el salvado de trigo mezclado con agua para crear un atrayente natural. Este preparado se coloca sobre un cartón de huevos, más precisamente en la parte rugosa del maple, pintándolo bien para que el salvado quede adherido. Luego, el maple se da vuelta sobre la tierra húmeda, generando un ambiente oscuro y apetecible para los caracoles, que serán atraídos rápidamente por el aroma.

Además de ser una alternativa efectiva, esta trampa casera promueve el reciclaje, ya que se reutiliza el maple de huevos para un nuevo propósito. Así, cuidamos nuestras plantas de los daños que provocan los caracoles sin recurrir a productos químicos y colaboramos con un ambiente más sustentable.

Prepará un insecticida natural para proteger tus plantas
Por otro lado, para mantener las plantas sanas y libres de plagas, una excelente opción es preparar un insecticida natural casero.
Un método efectivo es usar ajo y jabón neutro, solo necesitás triturar varios dientes de ajo, mezclarlos con agua y agregar unas gotas de jabón líquido. Esta mezcla se deja reposar y luego se pulveriza directamente sobre las hojas afectadas.
El ajo tiene propiedades antibacterianas y repelentes que ayudan a combatir insectos como pulgones, moscas blancas y ácaros. Además, el jabón contribuye a que la mezcla se adhiera mejor a las plantas, aumentando su eficacia sin dañar el ambiente.
Utilizar este tipo de soluciones naturales no solo protege tus plantas, sino que también favorece un jardín más sano, libre de productos químicos, y respeta la biodiversidad del suelo y del ecosistema.