Series coreanas
Alerta spoiler: el final de “El juego del calamar” en Netflix deja a todos en shock y reescribe las reglas del k-drama más popular
La serie coreana que rompió récords llega a su fin con una temporada cargada de tensión y giros inesperados."El juego del calamar" se convirtió, desde su estreno en Netflix, en la punta de lanza del fenómeno global de las series coreanas. Su violencia estilizada, crítica social directa y personajes cargados de conflicto moral marcaron un antes y un después. Pero ahora, con el estreno de su temporada final, el k-drama más exitoso de la plataforma no solo entrega un cierre cargado de adrenalina, sino que también se atreve a romper sus propias reglas y las del género.
A estrenarse el próximo 27 de junio, esta tercera parte del proyecto asiático retoma la historia de Gi-hun (Lee Jung-jae), quien ya no es el mismo hombre derrotado de la primera entrega. Cargado de culpa, bronca y sed de justicia, vuelve a enfrentarse al juego. Pero esta vez el tablero cambió: las pruebas ya no son solo físicas o psicológicas, sino que involucran alianzas inesperadas, traiciones internas y un nuevo nivel de manipulación. En este universo despiadado, ya no alcanza con sobrevivir; hay que elegir de qué lado estar.

La historia paralela que involucra a Jun-ho (Wi Ha-jun), el agente infiltrado que sigue buscando a su hermano, suma un condimento clave: la tensión política y moral que rodea al propio sistema del juego. Aquí es donde el guion se despega de las fórmulas habituales y mete el dedo en la llaga: ¿quién sostiene estas estructuras?, ¿por qué nadie las detiene? El guionista Hwang Dong-hyuk no se guarda nada y vuelve a plantear dilemas éticos en cada escena.
Con incorporaciones de peso como Yim Si-wan y Kang Ha-neul, esta nueva tanda de episodios apuesta a una narrativa más coral, en donde los personajes secundarios ganan fuerza y profundidad. La elección no es casual: el espectador ya no mira desde afuera. Esta vez, "El juego del calamar" lo obliga a involucrarse emocionalmente.

Este desenlace también impacta en el propio concepto de series coreanas, que históricamente se caracterizaron por su estructura cerrada, su fuerte carga sentimental y finales que apelan a la esperanza o la redención. Pero este final no busca consuelo ni cerrar con moño: es crudo, incómodo y contundente. Así, "El juego del calamar" se aleja del molde y redefine lo que un k-drama puede ser.

En tiempos donde muchas producciones juegan a lo seguro, esta ficción surcoreana demuestra que aún se puede incomodar, emocionar y dar un giro audaz sin perder potencia narrativa. Si el final de una historia es lo que la consagra, "El juego del calamar" acaba de asegurarse su lugar definitivo en el Olimpo de las series coreanas.