Receta
Aprovechá las naranjas que están baratas con esta receta fácil de bizcochuelo sin horno y lleno de sabor casero
Esta preparación es todo lo que está bien cuando hay poco tiempo y ganas de algo dulce.Cuando una fruta de estación está en su mejor momento, lo más inteligente es sacarle el jugo. Eso pasa con las naranjas en invierno: tienen más sabor, más jugo y mejor precio. Con eso en mente, esta receta de bizcochuelo de naranja sin horno es todo lo que necesitás para disfrutar de algo casero sin complicarte.
Lo bueno de hacer este postre es que se hace con ingredientes simples y se cocina directo en sartén, así que no necesitás horno, batidora ni experiencia previa. Para quienes recién empiezan o no tienen tiempo de andar horneando, esta es una de esas alternativas dulces que salvan la merienda con un resultado que huele a hogar.

Lo que vas a necesitar (para 6 porciones bien caseras)
- 2 huevos frescos, de esos que tenés siempre en la heladera.
- 1 taza de azúcar, para darle ese dulzor justo que combina perfecto con la naranja.
- 1 taza de jugo de naranja natural, recién exprimido si podés, porque le da mucho más sabor y aroma.
- ¼ de taza de aceite neutro, tipo girasol o maíz, que ayuda a que la masa quede húmeda sin robar protagonismo.
- 2 tazas de harina leudante, para que el bizcochuelo suba lindo y parejo sin complicarte.
- La ralladura de una naranja, solo la parte naranja, que es donde vive todo el perfume.
- Unas gotitas de esencia de vainilla (si tenés), para levantar el aroma y darle un toque especial a la receta.
- Un poco de manteca o rocío vegetal para engrasar la sartén y evitar dramas al desmoldar.

Preparación paso a paso (modo simple y sin vueltas)
- Arrancá este dulce batiendo los huevos con el azúcar en un bol grande. No hace falta batidora eléctrica: con un batidor de mano o un tenedor podés lograr una mezcla bien aireada y con burbujitas.
- Sumá el jugo de naranja recién exprimido, el aceite y la ralladura. Si tenés esencia de vainilla, agregá unas gotitas para sumar perfume. Revolvé todo con ganas hasta que se integre bien.
- Ahora viene la harina: incorporala de a poco, con movimientos suaves para no bajar la mezcla. La idea es que quede una masa lisa, sin grumos y con cuerpo.
- Poné a calentar una sartén antiadherente a fuego mínimo. Antes, pasale un poco de manteca o rocío vegetal para evitar que se pegue. Es importante que el fuego sea bien bajo, casi al mínimo.
- Volcá la mezcla con cuidado, tapá la sartén (esto es clave) y dejá que se cocine tranquilo entre 40 y 50 minutos. No levantes la tapa antes de tiempo, porque eso arruina la cocción.
- Cuando pase el tiempo, probá con un palillo o cuchillo: si sale seco, está listo. Apagá el fuego, esperá unos minutos y desmoldá con cuidado.

Esta receta es ideal para hacer rendir al máximo las frutas de estación, evitando el desperdicio y apostando por lo casero. Además, no usar horno significa menor consumo de gas y menos complicaciones en la cocina. ¿El resultado? Un bizcochuelo húmedo, esponjoso y con un perfume cítrico irresistible. Cuando una propuesta como esta te permite ahorrar, cocinar sin horno y disfrutar algo rico, no hay excusas. Animate, que siempre sale bien.