PLANTAS
3 plantas con hermosas flores y gran poder cubritivo para tapar paredes feas o armar tu jardín vertical
Ningún rincón va a quedar olvidado con estas especies.Cuando se trata de disimular paredes deterioradas o de sumar vida a un jardín vertical, hay plantas que no solo cumplen esa función práctica, sino que también aportan belleza y variedad. Entre ellas se destaca la Salvia procurrens, una especie de la familia Lamiaceae, que ofrece un crecimiento colgante ideal para cubrir superficies con gracia. Tiene hojas verdes con forma acorazonada y un follaje atractivo durante todo el año. Sus flores azuladas o violáceas, muy llamativas, aparecen agrupadas en espigas y son un imán para abejas, mariposas y colibríes, lo que la vuelve perfecta para sumar biodiversidad. Además, es un ejemplar resistente y fácil de mantener, lo que la hace aún más tentadora.

Otra opción para quienes buscan cubrir en vertical es la Passiflora caerulea, una trepadora que se enrosca con fuerza y ofrece una floración realmente espectacular. Pertenece a la familia Passifloraceae y produce flores con una combinación de blanco, violeta y azul que resultan inolvidables. Su follaje es verde oscuro y lobulado, lo que aporta densidad y textura al espacio que recubre. Además, produce frutos anaranjados comestibles que aportan un toque exótico. Esta enredadera puede transformar por completo una reja, pérgola o pared sin gracia, y es muy utilizada en jardines ornamentales por su estética impactante. Sin duda, la Flor de la pasión o Pasionaria, como también se la conoce, es una de esas plantas que no pueden faltar en tu casa.

Para sumar algo diferente, con un estilo más rastrero o de caída libre, Aristolochia fimbriata es una opción poco común, pero fascinante. Perteneciente a la familia Aristolochiaceae, este ejemplar desarrolla hojas redondeadas de un verde suave y parejo. Su floración es todo un espectáculo, ya que produce flores pequeñas, de forma inusual y con bordes desflecados, en tonos púrpura oscuro o marrón, que no pasan desapercibidas. Además, tiene la particularidad de atraer mariposas específicas que usan esta especie como hospedera, lo que la convierte en una aliada para fomentar pequeños ecosistemas. Su mantenimiento no es complicado y puede utilizarse tanto para cubrir suelos como para adornar paredes en altura si se la guía adecuadamente. Estas tres plantas son excelentes aliadas para quienes buscan cubrir superficies y a la vez sumar valor ornamental con flores de formas y colores fuera de lo común.

Cuidados de las plantas
Si bien estas plantas se destacan por su belleza y capacidad de cubrir superficies, también tienen cuidados sencillos que las convierten en excelentes opciones para todo tipo de jardín. La Salvia procurrens, por ejemplo, prefiere ubicaciones con buena luz, aunque tolera media sombra. Se adapta bien a distintos tipos de suelos, siempre que tengan buen drenaje. No necesita grandes cantidades de agua, por lo que conviene regarla de forma moderada y dejar secar un poco el sustrato entre riegos. Además, es resistente al frío y no suele tener problemas de plagas.

La Passiflora caerulea, en cambio, necesita bastante sol para florecer en abundancia. Es ideal ubicarla en un lugar cálido y luminoso, preferentemente a pleno sol o con algo de sombra parcial. Crece rápidamente, así que conviene podarla para controlarla y darle forma. Agradece suelos fértiles, con buena humedad, pero sin encharcamientos. Durante el verano es recomendable regarla con frecuencia, sobre todo en macetas. Es una planta bastante rústica y tolera heladas suaves, aunque en zonas muy frías puede perder parte del follaje.

Por último, Aristolochia fimbriata es una especie de bajo mantenimiento que puede crecer en macetas, canteros o colgar desde alturas. Se adapta tanto al sol como a la media sombra, aunque florece mejor con buena luz. Requiere riegos regulares, especialmente en épocas calurosas, y un sustrato suelto que evite el exceso de humedad. Es sensible a las heladas fuertes, por lo que en climas fríos conviene protegerla. Con el tiempo forma matas densas que cubren muy bien el suelo o caen de forma decorativa desde bordes elevados.