La Reina Máxima de Holanda impone tendencia con su manicura elegante y Nail Art discreto

Si hay alguien que sabe combinar elegancia con una dosis justa de atrevimiento, esa es Máxima Zorreguieta. La reina de los Países Bajos, argentina de nacimiento y referente global de estilo, volvió a marcar agenda con una manicura que está dando que hablar: uñas cortas, perfectamente pulidas y esmaltadas en un tono borgoña intenso que no solo impacta por su belleza, sino por lo que representa. La elección, lejos de ser casual, revela cómo el nail art puede convertirse en una declaración de personalidad y sofisticación.

El borgoña, ese rojo profundo con tintes de vino tinto, es mucho más que un color de invierno. Desde la estética del lujo hasta la psicología cromática, se lo vincula con poder, magnetismo, decisión y una elegancia que no necesita declamación. En Máxima, esta tonalidad funciona como un sello visual que combina fuerza con refinamiento. El resultado: una manicura que trasciende la moda y se vuelve símbolo.

Pero lo más interesante no termina ahí. Porque si bien el foco está puesto en el color, el detalle clave está en el tipo de nail art que lo acompaña. La reina eligió lo que hoy se conoce como nail art discreto: una estética minimalista, pulida, con detalles casi imperceptibles que suman sin robar protagonismo. Algunas ideas para replicarlo en casa incluyen:

• Una línea ultra fina en dorado o plateado en la base de la uña.
   
• Un diseño en negativo apenas sugerido sobre una uña.
   
• Acabado mate en una sola uña para contraste visual.
   
• Un punto minúsculo en un color contrastante, como nude o marfil.

Esta tendencia no se limita a una edad ni a una estación. Aunque se destaca como una opción ideal de manicura para mujeres de más de 50, su impacto es universal. Cualquier persona que busque un look pulido, actual y con identidad puede inspirarse en este estilo. Los tonos intensos como el burdeos o granate están ganando terreno incluso en cualquier estación. ¿El secreto? Llevarlos con actitud.

Por otro lado, esta paleta oscura y sofisticada rompe con la vieja idea de que los tonos intensos son solo para el invierno. El borgoña demuestra que también puede ser protagonista de un nail art en días cálidos, aportando carácter a los looks veraniegos y adaptándose con naturalidad a cualquier estación. Es versátil, atemporal y tremendamente chic.