REALEZA
Falleció y se despidió de la peor manera: la reina Letizia no tiene consuelo
Uno de los críticos más ácidos de la consorte.
Es un tema muy delicado para la reina Letizia: se trata del momento más triste de su vida cuando en febrero de 2008 su hermana pequeña falleció.
A los 31 años y dejando a una hija, Carla Vigo, la hermana de la reina Letizia no ha escapado del último libro del biógrafo Carlos García Calvo.
El crítico argentino español ha escrito sobre una reverencia muy inoportuna de la reina Letizia a su suegro durante el funeral de su hermana Érika.
Se trata del plongeon: doblando la rodilla, bajándola casi al suelo y acotando la cabeza en señal de devoción. Un movimiento de la reina Letizia inapropiado para la familia Ortiz.
Ha escrito García Calvo en el último libro "Letizia de la A en la Z": "Plongeon: vocablo francés (chapuzón o zambullida) que los royals utilizan coloquialmente para definir la reverencia de corte que las mujeres hacen a los miembros de las casas reales".
Es más, el biógrafo indica que la reina Letizia no se rebaja con la reverencia como antes: "Una reverencia que en el siglo XXI es exagerada y casi inexistente, ya que Letizia apenas baja la cabeza levemente para saludar a sus homólogos europeos".
Lo cierto es que en el libro de Carlos García Calvo, se ha escrito lo que el autor ha querido y se ha publicado después de su fallecimiento.
En sus páginas ha insistido que la reina Letizia cuando era princesa hacía el ridículo con el rey Juan Carlos y ahora ha olvidado los modales. Capítulos de un libro que incomoda a la esposa del rey Felipe.
