Que la boca se le haga a un lado: cuando se sale de quicio, la reina Letizia tiene un insulto
El libro póstumo de Carlos García-Calvo revela este aspecto de la monarca.El libro póstumo de Carlos García-Calvo, “Letizia de la A a la Z”, habría revelado muchos aspectos que, hasta aquí, se desconocían de la reina Letizia, y algunos serían muy sorprendentes.
La obra del periodista, que cuenta con el prólogo de Lorenzo Caprile, hace un repaso minucioso de aspectos conocidos de la esposa del rey Felipe VI, y agrega muchas otras que hasta aquí no habían salido a la luz.
A lo largo del libro, el procedimiento del escritor se trata de que, a partir de una letra, saca a la luz curiosidades en torno a la monarca, en relación con dicha letra. Algunas de estas serían, por ejemplo, el regalo que más incómoda la puso, o, también, su apodo y el de sus amigas, etc.
“Letizia de la A a la Z”, deja en claro la transformación que la reina Letizia experimentó desde que llegó a Zarzuela, para dejar de lado lo que acostumbraba a hacer como ciudadana.
Sin embargo, por costumbre, la esposa del rey Felipe VI tiene algunos aspectos que no puede dejar de lado, impropios a esta altura para alguien que pertenece a la monarquía.
En el libro, el periodista cuenta que cada vez que algo sacaba de quicio a la monarca, ella solía usar la expresión “Jolín” y su derivado “Jolines”, algo que tuvo que acostumbrarse a dejar de pronunciar debido a su posición. Dice, además, que esto, al principio, no habría sido bien visto por la familia real.
No obstante, y siempre según el libro, al parecer, la reina Letizia -en más de una ocasión- pronunció esa palabra, pero cada vez lo habría hecho con menos frecuencia.
Incluso, esa expresión que tanto usó la esposa del rey Felipe VI le valió para que en Zarzuela la bautizaran con un apodo: “La Jolines”.