REALEZA
Borraron las fotos, pero se supo: el escándalo en las narices del rey Felipe
El horno no está para bollos.
Si hay una familia que necesita ahogar las penas, pero cuyo horno no está para bollos es la del rey Felipe: pese a todo, hubo fiesta en las narices del monarca.
Borraron las fotos, pero se supo de la presencia de toda la familia Urdangarin en Madrid, con la única excepción del cuñado del rey Felipe, Iñaki.
El padre del cumpleañero se encuentra preso en la cárcel de Brieva y no ha logrado el permiso especial para volver al Palacio de la Zarzuela.
Fuentes cercanas a la familia han asegurado a Vanitatis que "la infanta Cristina no quería perderse el cumpleaños de su hijo, en especial en estos momentos tan complicados".
Pese a que el rey Felipe le había cerrado las puertas de Zarzuela, la infanta Cristina viajó con su hija Irene de Suiza a España, pese a que es un engorro.
La hermana del rey Felipe, como cualquier persona que llegue del extranjero, debió mostrar una prueba PCR y a la vuelta en Suiza se le requerirá una cuarentena de 10 días.
Aislado dentro del aislamiento que ya supone de por sí estar preso, el gran ausente fue Iñaki Urdangarin tras la última decisión tomada por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.
En la lista de invitados a la fiesta multitudinaria que se burla de las normas sanitarias y suma un nuevo escándalo a la familia del rey Felipe se encontraron, como no podía ser de otra manera, Victoria Federica y Froilán de Marichalar. ¿Era necesaria una fiesta en estos momentos?
