REALEZA
Humillada: la reina Letizia no fue invitada a la boda más esperada
No la pueden ni ver.
La reina Letizia ha sufrido una de las mayores humillaciones de los últimos tiempos: no ha sido invitada a una boda de la familia del rey Felipe.
El escándalo está dado por hecho: la mismísima reina Letizia no ha podido ver con sus propios ojos el "sí, quiero" entre Felipe de Grecia y Nina Flohr en la preciosa localidad de St. Mortiz.
Pero lo que más indigna a la reina Letizia es quien sí ha sido invitada. Se trata de una de las enemigas que tiene en la familia real: la infanta Cristina, acompañada de su hija Irene.
La boda a la cual no fue invitada la reina Letizia ha estado dividida en dos partes: la primera ha tenido solamente dos únicos testigos.
Estos fueron el rey Constantino, padre del novio, quien, pese a la pandemia, no quiso perderse la cita, y Thomas Flohr, padre de la novia, dueño de una de las grandes fortunas del mundo.
La segunda parte de la boda se había mantenido en secreto y la reina Letizia ha mordido las páginas de la revista ¡Hola!, ya que unos minutos más tarde del enlace llegaban los invitados.
Todo se celebró en un almuerzo servido en el hotel Badrutt’s Palace: poco más de una treintena de invitados disfrutaron del enlace del cual la reina Letizia fue marginada.
En el grupo selecto de la familia de la emérita Sofía, sí estaba la hermana del rey Felipe y también Irene Urdangarin, la examiga de la princesa Leonor. Cada vez se agrieta más el vínculo entre las familias reales. Y la reina Letizia lo sabe.
