Se le borra la sonrisa: el triste rumor que salpica a la Reina Máxima

La Reina Máxima vive horas delicadas, luego que un triste rumor convertido en un escándalo con el correr de las horas sobre el Rey Guillermo, la haya salpicado.

Todo empezó debido a la renovación del palacio Huis ten Bosch, la residencia de la Reina Máxima y el Rey Guillermo. Los dolores de cabeza no dejan de llegar luego de cinco años y más de 63 millones de euros, más de la mitad de lo previsto en el presupuesto preliminar.

El primer escándalo que sacude a la Reina Máxima viene porque el Rey Guillermo no pagó de su bolsillo los gastos de las estancias privadas de su residencia oficial. Esos gastos corresponden a los fondos de la familia real, y no a los del Estado. 

El problema con la decisión del Rey Guillermo y la Reina Máxima es que estaban al tanto de que el Gobierno los había autorizado a cubrir los gastos de los despachos y salas de recepción, pero no de la zona residencial que los Reyes comparten con sus hijas Adrianne, Amalia y Alexia.

La situación de la Reina Máxima y su familia fue destapado por el diario holandés "NRC Handelsblad" cuando solicitó los detalles de la renovación al Ministerio, apelando a la Ley de Información del Gobierno: así obligó a detallar estos datos de acceso público.

Para sorpresa del medio holandés e inicio del calvario de la Reina Máxima y el Rey Guillermo, el documento refleja que la renovación del Palacio ha sido enteramente a cuenta del Estado: no se discriminó entre lo privado y lo laboral, el Gobierno se ha negado a dar explicaciones, o a especificar los detalles de los millones de euros utilizados entre una y otra remodelación.

El Rey Guillermo, marido de la Reina Máxima, suma otra mala noticia: recibe una asignación anual de casi 5 millones de euros para gastos de este tipo, pero el Gobierno tampoco ha querido dar más explicación. El organismo público se ha amparado en la "privacidad de los reyes". Pero el lío ya toca la puerta de los Orange.