Vergüenza ajena: el rumor que destapa a la verdadera Reina Letizia

Hay algo que se llama carisma y que no se compra en ninguna parte: se tiene o no se tiene. Y es eso que tanto le reclaman a la Reina Letizia, pero que no le sale del alma o sencillamente no lo conoce.

La historia es la siguiente y da un poco de vergüenza ajena porque deja al descubierto a la verdadera Reina Letizia, quien está empeñada en cambiar su imagen, pero le cuesta cuando de comulgar con el pueblo se trata.

Ya le había pasado a la Reina Letizia en un par de ocasiones su falta de empatía con el público en actos en la calle como cuando protagonizó el escándalo en la Catedral con la Reina Sofía.

Esa vez fue víctima del descontento de la gente quien le gritaba a la Reina Letizia su bronca por lo vivido y salió a respaldar fuertemente a Sofía, la reina de corazones.

Otra ocasión donde quedó en evidencia la Reina Letizia fue cuando retó delante de todo el mundo a su escolta por no avisarle de un obstáculo: "Casi me mato".

Ahora, en su intento de acercamiento junto al Rey Felipe que los llevará por todas las comunidades autónomas a lo largo de las próximas semanas, la Reina Letizia dio dos pasos en falso.

Todo arrancó en Las Palmas de Gran Canaria con una visita a la Casa Museo de Pérez Galdós y un recorrido por el paseo de la playa de las Canteras: ahí la Reina Letizia cometió el error de darle una orden al Rey Felipe para que se relajara ante la exposición pública. El ya tristemente célebre: "Apóyate en la barra". 

Y el segundo paso en falso fue cuando desilusionó a un comerciante local, entusiasmado con su presencia histórica: la Reina Letizia había sido esperada por el buen hombre, quien quiso convidarle el jamón que había preparado para la ocasión, pero la dieta estricta pudo más y se lo rechazó en seco. ¿Cambiará algún día?