Se nos parte el alma: el último gesto de la Reina Letizia que más duele

La pandemia por coronavirus nos ha sensibilizado a todos en cualquier rincón del mundo y en España no ha sido la excepción: el último gesto de la Reina Letizia nos rompe el alma. Ha querido abrazar a una niña, pero debió hacerlo a la distancia sin contacto físico.

Claro que ya volverán los abrazos como los conocimos siempre, pero la imagen de la Reina Letizia con una pequeña admiradora no solo ha mostrado la impotencia de querer dar amor y no poder, sino el costado más humano de la consorte.

Lo que ha pasado ha conmovido especialmente a los seguidores del Rey Felipe y la Reina Letizia, luego de que la pareja ha visitado este miércoles una granja de San Martín de la Vega, en las afueras de Madrid, invitados por la familia Esteban, quinta generación al frente de la explotación agroganadera.

Además de conocer los detalles de la actividad y celebrar que la población cuenta con uno de los censos de ganadería caprina más grande de España, el Rey Felipe y la Reina Letizia conocieron el rebaño, siguieron con atención el proceso de ordeño y la fabricación del queso.

Más distendidos hasta en la forma de vestir luego de que España pasó su primer día sin víctimas fatales por el coronavirus, el Rey Felipe y la Reina Letizia se han distendido y, totalmente relajados, han conocido a los trabajadores y a sus familias con quienes compartieron un momento.

Entre los familiares de los trabajadores que ha conocido la Reina Letizia, llegó el momento especial de la jornada: había algunas niñas con las que la esposa del Rey Felipe quiso abrazarse pero no ha podido y no ha quedado más opción que realizar un ademán a la distancia.

Si bien la situación, afortunadamente, ha comenzado a mejorar en España, la Reina Letizia ha mantenido la mascarilla en todo momento y ha dado el ejemplo debido a las medidas de distanciamiento social decretadas por el coronavirus. 

La Reina Letizia ha optado por un look idóneo para la ocasión: cómodo y con estilo. Mantiene el luto, pero ya de una manera mucho más relajada y fiel a la paleta de color neutra, como lo hizo con el vestido a lunares rescatado en su imagen pública en Zarzuela del martes.