A María Patiño le tocó un simpático disfraz, pero la pasó mal: “¡No quiero salir del baño!”

La anteúltima edición de “La última cena” nos regaló una noche fantástica, muy graciosa, con la principal novedad de la “Ruleta rosa”, la cual tuvo como encargada de inaugurarla a María Patiño.

La presentadora de Telecinco tuvo que ir al baño a unirse con Nuria Marín y ahí estaba el juego, la primera gran novedad. Tenía que hacer girar la ruleta y cumplir con lo que saliera.

Lo primero que le tocó a María fue “comodín”, con el cual ella podía dejar su lugar a otro colaborador y así sacarse de encima la prenda que le tocase cumplir. Ella eligió a Kiko Matamoros.

El periodista, con muy pocas ganas, llegó al baño para hacer lo mismo que su compañera, y al igual que ella, le salió “comodín”, eligiendo rápidamente a Patiño para que retornase a su lugar.

La tercera es la vencida, dice el dicho, y ahí por fin salió la prenda que tenía que llevar adelante la presentadora: “disfraz”. Nuria le contó que dentro del baño se encontraba lo que se tenía que poner y mantenerlo durante el resto de la noche. El tiempo pasó y Marín la llamó para que saliera.

 “¡No quiero salir del baño!”, respondió María, con el mismo tono de una nena caprichosa que no quiere hacer lo que le piden sus padres.

Ante la insistencia de la colaboradora, Patiño salió del casillero disfrazada de una tierna vaquita, eso sí, su mala cara era impresionante, la cual la mantuvo todo el tiempo hasta que llegó caminando a los estudios.

Jorge Javier esperaba a la presentadora con una canción infantil, le sacó la mala cara a fuerza del baile, mientras todos se reían de la pobre María Patiño, quien había llegado al canal con un espléndido atuendo y terminó vestida de vaca.