REALEZA
En la cocina: abrió la puerta y encontró a la hermana del Rey Felipe
Nunca lo vimos venir.
Es una situación impensada y jamás contada sobre la Infanta Cristina, la hermana del Rey Felipe: no se le caen los anillos ni mucho menos, pero la escena no deja de sorprender.
La Infanta Cristina, lejos de cualquier divismo, ha asumido la separación impuesta por el Rey Felipe de Zarzuela: ha crecido con todo y ha comenzado a quedarse con lo justo y necesario.
Quienes están pendientes de la actualidad monárquica saben muy bien que, a pesar de los tejes y manejes de su padre Juan Carlos, la infanta Cristina intenta llevar una vida alejada de los focos que apuntan al Rey Felipe.
El Caso Noos destapó la crisis entre el Rey Felipe y la Infanta Cristina: los consejeros le recomendaron que se alejara de España cuando se supo que su marido Iñaki iba a entrar en la cárcel.
La hermana del Rey Felipe sabe que la Casa Real quedó dañada tras los negocios de su marido y, muy a su pesar, no tuvo más remedio que marcharse a Ginebra, Suiza.
Justamente la Justicia de Suiza es la que investiga los pasos financieros del padre del Rey Felipe y allí, donde reside desde hace años la Infanta junto a sus hijos, es uno de los destinos posibles del emérito.
Luego de vivir en el centro histórico de la ciudad, la sorpresa: la Infanta Cristina se ha mudado a una casa más cercana del colegio de sus hijos y no cuenta con personal de ayuda como sí el Rey Felipe.
Solo una señora la ayuda y, en una escena impensada, la asistente de toda la vida se jubiló recientemente y es la mismísima Infanta Cristina quien se ocupa de cocinar y del resto de quehaceres domésticos: la cocina siempre le ha gustado y ha rescatado esa vieja pasión. ¿Qué dirá el Rey Felipe?
