REALEZA

Las va a pagar todas juntas: la venganza de la Reina Sofía

El Rey Juan Carlos siempre tuvo un Dios aparte.
domingo, 5 de julio de 2020 · 05:00

El Rey Juan Carlos siempre tuvo un Dios aparte: apasionado de los coches deportivos y de la velocidad, recién pagó el precio de sus pecados cuando se rompió la cadera en Botsuana.

Ese día marcó el comienzo del fin para Juan Carlos y también para la Reina Sofía, quien se enteró de la existencia de Corinna, la amante de su marido en pleno viaje.

Desde ese accidente, el todavía esposo de la Reina Sofía no puede conducir: le encantaba salir a la carretera y desafiar los límites de la velocidad, pero eso es cosa del pasado.

La pasión de Juan Carlos jamás fue compartida con la Reina Sofia: su fanatismo en cambio llegó a sus conocidos y allegados quienes tienen constancia de ello con múltiples ejemplos.

En 2011, por ejemplo, sin la Reina Sofía acudió a Abu Dabi para presenciar un Gran Premio en el que corría el español Fernando Alonso. No era un viaje más.

Entonces, el presidente de los Emiratos Árabes y dirigente de Dubái, Mohamed bin Rashid Al Maktum, le obsequió dos Ferrari FF, uno gris y el otro en tono más oscuro: ese fue el comienzo del fin para Juan Carlos, actualmente investigado.

Los modelos que Juan Carlos ha recibido como sospechosa comisión de los jeques árabes han arrasado en las rutas: jamás respetó las señales de tráfico ni los límites de velocidad: la ley impedía que pudieran multarlo.

Distinta fue la suerte de la Reina Sofía, quien sí recibió una sanción en  Zarzuela por exceder el límite de velocidad por Marivent, mientras iba a bordo de un Mercedes 190. La multa y los pecados cometidos en vida serán pagados por Juan Carlos: de hecho, eso es lo que le ha pedido a Felipe. ¿Se hará justicia contra el emérito? Todo puede pasar.

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