REALEZA

La Infanta Cristina no puede más de la emoción: solo falta el Rey Felipe

Los hermanos sean unidos.
jueves, 9 de julio de 2020 · 20:59

La sensibilidad está a flor de piel en los integrantes de la familia del Rey Felipe: como a todos, los efectos colaterales de la pandemia nos ha unido mucho más con los seres queridos.

Ha tenido que pasar lo que ha pasado para valorar a quienes se alejaron de nuestras vidas por rencillas o diferencias, a fin de cuentas, no tan graves. Eso lo sabe el Rey Felipe.

También lo sabe la Infanta Cristina: distanciada de su hermano el Rey Felipe, tiene una esperanza de volver a ser recibida en el Palacio de Zarzuela.

El protagonista que puede cambiar el rumbo de la relación fría sin diálogo tras el escándalo por corrupción de su marido Iñaki Urdangarín es justamente su hijo Pablo.

Siempre discreto, Pablo Urdangarin es todo un desconocido en España y como segundo hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, sabe lo que es sufrir.

El sobrino del Rey Felipe ha vivido durante toda su infancia y adolescencia con el nerviosismo y la timidez propias de un niño que ha visto las consecuencias del proceso judicial contra su padre.

Lejos de España, nada se conoce de su vida social o de sus amistades, a diferencia de lo que ocurre con sus primos Froilán y Victoria de Marichalar, auténticos dolores de cabeza para el Rey Felipe.

Totalmente centrado en el balonmano como su padre, de repente el joven ha visto cómo la revista "Point de Vue" lo considera un soltero codiciado: es la esperada de la Infanta Cristina para dar la vuelta la página. Solo falta que se anime el Rey Felipe.

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