REALEZA
Llegó la sonrisa de la venganza: la Reina Letizia recién se enteró
Tiembla Zarzuela.
Desde antes de perder la libertad por el caso Nóos, la enemistad entre la Reina Letizia e Iñaki Urdangarín, marido de la Infanta Cristina, era evidente y comidilla en los pasillos de Zarzuela.
La Reina Letizia siempre se jactó de los orígenes humildes y honestos de sus familiares como su abuelo, quien manejaba un taxi, o de su abuela, quien trabajaba en la radio.
Nunca toleró la Reina Letizia cualquier coqueteo ni mucho menos condena por corrupción: se distanció de Iñaki y ese rechazo llegó al Rey Felipe, quien enfrió la relación con sus dos hermanas, las Infantas Elena y Cristina.
Ahora, la Reina Letizia ha encabezado el camino de la limpieza de la imagen pública de la Casa Real para que su hija Leonor sea, cuando el tiempo lo diga, la Reina de España con una monarquía distinta a la que ha dejado Juan Carlos.
Cualquier noticia que tenga que ver con Iñaki, desde entonces, molesta a la Reina Letizia, quien ha llegado a distanciar a su hija Leonor de su mejor amiga Irene Urdangarin, hija del matrimonio con Cristina.
Ahora llega la venganza de Iñaki, quien podría obtener el tercer grado penitenciario luego de que el Tribunal se haya mostrado favorable a la concesión de este régimen de semilibertad.
El abogado del cuñado de la Reina Letizia, Mario Pascual Vives, ha revelado algunos datos sobre el futuro cercano del preso más famoso de España.
La Reina Letizia quiere que Iñaki cumpla su condena, pero lo cierto es que existe la posibilidad de que disfrute de su libertad: ya consiguió nuevo trabajo y sus horas de salida serán cada vez más. La consorte solo ruega que no ventile trapos sucios al sol. Tiembla Zarzuela.
