Azerbaiyán y Armenia pactaron un tenso cese al fuego
Especialistas advierten que la lucha podría reiniciarse.
El pacto de alto al fuego, acordado entre las autoridades armenias y azerbaiyanas, entró en vigencia el mediodía de este sábado, aunque ambas partes aún no han logrado conciliar un acuerdo que muestre que las caldeadas tensiones se apaciguaron.
Previo a la firma del acuerdo pactado, ambas naciones se señalaron mutuamente como responsables de haber iniciado el conflicto que terminó por provocar una incursión militar en la zona fronteriza.
La ciudad Stepanakert, donde se padecieron las mayores consecuencias de este conflicto bélico, finalmente pudo descansar del ruido de las sirenas y de los estallidos de artefactos de guerra.
Testigos afirman que hasta la mañana de este sábado se escucharon detonaciones en las cercanías de la ciudad limítrofe, donde los ciudadanos prefirieron mantenerse resguardados hasta corroborar que el conflicto armado efectivamente había cesado.
Moscú fue el mediador entre los dos territorios exmiembros del la Unión Soviética y las negociaciones, que determinaron las bases del fin del conflicto, se llevaron a cabo hasta altas horas de la madrugada.
Analistas internacionales no ven con buenos ojos este cese al fuego entre Azerbaiyán y Armenia, y advierten que las luchas podrían reiniciarse en las próximas horas si no se logra un acuerdo profundo que dé verdadera resolución al conflicto.
El conflicto armenio-azerí comenzó en julio, cuando tropas Armenias tomaron posición en la frontera con Azerbaiyán e iniciaron fuego contra el distrito de Tovuz. Sin embargo, desde septiembre el conflicto había ido escalando en su agresividad.
Finalmente, las últimas semanas, el mundo entero ha sido testigo de las incursiones armadas de ambos países, cuya historia de rivalidad nace luego de la separación de la Unión Soviética.
