Diez años del rescate de los 33 mineros de Chile: la hazaña que cautivó al mundo
Actualmente, la gran mayoría sobrevive con una pensión estatal.“Estamos bien en el refugio los 33”. Con ese primer mensaje, después de 17 días desde que una roca de 200 metros de alto sepultara a 33 mineros de Chile a 700 metros de profundidad, comenzaron con decisión las tareas de rescate.
Pasaron dos meses para que los trabajadores de la mina San José, en el estado de Atacama al norte del país, pudieran volver a ver la luz, después de un grandioso rescate que fue visto por 1.000 millones de personas de todo el mundo.
Los mineros quedaron atrapados en las entrañas de la tierra el 5 de agosto de 2010. Las causas: negligencia de la empresa (puesto que ya se sabía que un incidente así podía ocurrir) y falta de controles por parte del Gobierno de Chile.
El 22 de agosto, una sonda pudo llegar hasta los mineros atrapados y volvió a la superficie con el mensaje de la esperanza: “Estamos bien en el refugio los 33”. A partir de ese momento, se puso en marcha la “Operación San Lorenzo”.
Más de 800 personas, entre técnicos, ingenieros y médicos, trabajaron en el rescate. Se tuvo que agrandar el hueco existente de uno escasos 20 centímetros, para que pueda pasar la “cápsula Fénix” y devolver a sus familias a los 33 trabajadores.
A las 5:11 de la mañana del 12 de octubre salió el primero, Florencio Ávalos, ante la mirada expectante del mundo entero. A la 1:39 de la madrugada del 13 de octubre salió el último, el jefe de turno, Luis Urzúa.
Pese a que el rescate fue un orgullo para el país trasandino, diez años después, la mayoría de los trabajadores llamados “héroes” en su momento, continúan desempleados. La empresa salió indemne y el Estado chileno apeló su condena.
En 2018, la Justicia falló contra el Estado de Chile a resarcir con más de 100.000 dólares a 31 de los 33 trabajadores, pero aquel apeló la sentencia puesto que considera que los mineros ya fueron compensados con las pensiones vitalicias de 500 dólares.