Chile enterró la herencia pinochetista: tendrá nueva Constitución
La victoria del “Apruebo” fue aplastante.
Las masivas manifestaciones que tomaron las calles en Chile, en octubre de 2019, lograron algo histórico: aprobar un plebiscito que permitirá redactar una nueva Constitución, que dejará sepultada la de la dictadura de Augusto Pinochet.
La victoria del “Apruebo” fue aplastante: obtuvo más del 78% de los votos, contra casi el 22% que logró el “Rechazo”. El pueblo se volcó anoche a las calles para celebrar el comienzo de un nuevo Chile y el presidente Sebastián Piñera felicitó a la población.
Hoy ha triunfado la ciudadanía y la democracia. Hoy ha prevalecido la unidad sobre la división y la paz sobre la violencia.
Algo totalmente inédito en América Latina fue que en el plebiscito también se consultó a los chilenos sobre el mecanismo de composición de la asamblea constituyente.
Ganó (79%) la opción de que esté conformada por 155 ciudadanos -con paridad de género- elegidos por voto popular solo con el fin de redactar la nueva Carta Magna del país trasandino.
La otra opción era que se trate de una convención mixta, en la que la mitad de los constituyentes sean parlamentarios, pero esta alternativa no llegó ni al 21% de los votos.
La participación en el plebiscito fue más del 50% del padrón, la mayor desde que el voto en Chile dejó de ser obligatorio en 2012. Es que no fue una elección más, fue el fruto de la lucha de la ciudadanía, protagonista absoluta de este proceso democrático.
Gran parte de los chilenos culpa a la Constitución pinochetista de haber dado el marco legal para que el modelo neoliberal establecido no pueda cambiarse estructuralmente y así generar una desigualdad enorme dentro del país.
