Represión en Chile: la policía vuelve a estar bajo la lupa
Después de que un policía empujara a un joven desde un puente.
Las imágenes del policía empujando a un adolescente de 16 años desde un puente enfureció a la población de Chile y volvió a poner en la mira a los Carabineros por sus continuados actos de violencia sobre la ciudadanía.
El pasado viernes, una manifestación en la plaza Italia de Santiago, la capital del país fue reprimida por la policía. En ese momento, un agente de 22 años empujó al joven que cayó al río de una altura de más de siete metros.
Aunque Carabineros insistió en que fue un accidente la justicia del país trasandino imputó al oficial por homicidio frustrado (puesto que el adolescente, a pesar de sus múltiples fracturas, sobrevivió la caída).
Desde que el año pasado comenzaron las masivas en Chile, la policía fue acusada de faltar a los derechos humanos en su accionar. Pese a que la institución prometió reformarse, aún no lo ha hecho.
Para Lucía Dammert, experta en temas de seguridad de la Universidad de Santiago, el principal problema que tiene la policía de su país es que se forman y trabajan bajo la concepción de que “se enfrentan a un enemigo interno permanente”.
Según la académica, “la estrategia policial está muy marcada entre ‘nosotros’ y ‘los otros’, y los otros son los enemigos, criminales y vándalos”. Además, Dammert indicó que la política chilena “ha sido muy tímida” a la hora de impulsar una reforma.
La reputación de Carabineros viene en picada. Los escándalos de corrupción en la institución, el homicidio del comunero mapuche, Camilo Catrillanca, parte de un oficial y la represión en las manifestaciones, derrumbaron su imagen.
Hace solo cinco años la policía era una de las instituciones que gozaba de mayor popularidad en el país trasandino, pero ahora ni siquiera la renuncia del general director de Carabineros, Mario Rozas, podría salvar su reputación, según Dammert.
