Estratégica jugada contra la oposición de Capriles en Venezuela

El hecho de que Nicolás Maduro no quiera ceder poder en Venezuela no es ninguna novedad, como así tampoco que se blinde de los adversarios a su gobierno las veces que sean necesarias con tal de mantenerse en la presidencia. Ahora, la polémica y el escándalo gira en torno al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) tras emprender una estratégica jugada contra el espacio político al que pertenece Henrique Capriles.

Y es que, el tribunal sospechado de responder directamente a las órdenes del dirigente bolivariano de Venezuela decidió desautorizar y dejar sin efecto a la cúpula del partido Primero Justicia (PJ), en sintonía a lo que le hizo a la Acción Democrática (AD).

"La Sala Constitucional del TSJ decretó medida cautelar de tutela constitucional -anunció el tribunal del país venezolano- consistente en suspender la actual junta directiva de la organización con fines políticos Primero Justicia".

Al enterarse, la oposición en el territorio administrado por Maduro volvió a levantar la voz denunciante y a acusar a la Justicia de responder a una ofensiva corrupta de cara a los comicios de este año.

Y es que, Tomás Guanipa y Julio Borges quedaron cesados y se cree que fue por pedido del sector chavista al verse amenazado en las urnas por uno de los grandes partidos de la oposición en tierras venezolanas.

“El máximo tribunal de Venezuela es oficialista e inservible -se quejó Capriles y advirtió- responde a la enferma ambición de poder de Maduro”.

De esta manera, todas las acusaciones indican que Nicolás Maduro estaría imponiendo un sistema electoral a su medida y conveniencia, debido a que el TSJ no solo suspendió al PJ sino que, también nombró una junta ad hoc encabezada por José Brito, un diputado sospechado de haber sido sobornado por el sucesor de Hugo Chávez.

Estas graves demandas que pesan sobre la imagen de Brito están siendo investigadas por la Asamblea Nacional de la República de Venezuela.