El sur de Italia reclama asistencia a Roma por llegada masiva de migrantes

Temen que haya una crisis sanitaria por coronavirus
domingo, 12 de julio de 2020 · 13:38

Las regiones italianas de Sicilia y Calabria (Sur) reclamaron a Roma asistencia para gestionar el arribo de migrantes que llegan por el Mediterráneo. Por temor a que las personas que arriban puedan portar coronavirus, también pidieron más controles. 

La gobernadora de Calabria, Jole Santelli, pidió al primer ministro Giuseppe Comte, que se pongan en práctica medidas para realizar pruebas de coronavirus a los inmigranes antes que de desembarquen en suelo italiano. Si no se toman medidas, advirtió que prohibirá el desembarco en sus puertos.

La propuesta de Calabria es que sean desplegadas embarcaciones que realicen las pruebas a los inmigrantes allí mismo y que, caso dieran positivo, se les permita pasar el período de cuarentena también a bordo. Así, buscan prevenir la propagación del coronavirus en su territorio.

Durante el día de ayer, sábado, llegaron al puerto calabrés de Roccella 70 migrantes, de los cuales 27 dieron positivo en el test de la enfermedad. Entre quienes arribaron ayer había menores no acompañados, 5 de los cuales también habían contraído el virus.

En la isla siciliana de Lampedusa, a principios del fin de semana llegaron unos 800 inmigrantes, lo que hizo saturar el sistema de acogida que esta preparado para albergar a sólo 100 personas. Ayer, el gobernador de Sicilia, el conservador Nello Musumeci, advirtió sobre la situación.

"Hay un problema sanitario, social y económico, necesitamos respuestas inmediatas", dijo Musumeci.

Según informó el Ministerio del Interior, en lo que va del año ya se superó el número de migrantes que llegaron a puertos de Italia en 2019. Hasta el 10 de julio, unas 8.000 personas habían arribado, frente a las 3.000 que llegaron en el mismo período el año pasado.

Hasta ahora, la crisis sanitaria a causa de coronavirus se ha concentrado en el norte de Italia, más específicamente en la región de Lombardía. Pero temen que por esta situación particular, el sur del país se transforme en un nuevo epicentro de la enfermedad.