Lopburi: la ciudad de Tailandia que fue invadida por 8.000 monos

Los habitantes ya no saben qué hacer.
lunes, 27 de julio de 2020 · 13:32

Una de las principales atracciones turísticas de la ciudad de Lopburi, Tailandia, eran sus miles de monos deambulando por las calles. Pero en el último tiempo se han multiplicado tanto que los 8.400 simios comenzaron a ser un problema para los comerciantes.

Ya afectados por la caída del turismo, una de las consecuencias de la pandemia de coronavirus, los dueños de locales hacen todo lo que pueden para alejar a los macacos cangrejeros (una especie del Sudeste Asiático) de sus productos. Así y todo, muchos locales han tenido que cerrar.

Como el hecho de alimentar monos es bien visto en la religión budista, los curiosos animales tenían su sustento asegurado. Pero con la falta de turistas, ese alimento se fue y ahora están famélicos, según reportó el diario estadounidense The New York Times. 

No hay nada que los comerciantes no hayan intentado para mantener a los monos alejados. Han puesto barrotes para alejarlos, pero los animales los sacuden. El dueño de una ferretería puso un cocodrilo y un tigre de peluche en la entrada para alejarlos. Funcionó hasta que se dieron cuenta que no eran reales.

“No estamos en contra de los monos, pero es difícil si las personas tienen miedo de ser mordidas cuando ingresan a nuestra tienda”, afirmó la dueña de un comercio al medio estadounidense.

Funcionarios de la ciudad tailandesa ya comenzaron a esterilizar a los monos el mes pasado para controlar la población. Sin embargo, atraparlos no es tarea fácil. Los trajes camuflados ya no funcionan y los trabajadores de sanidad tuvieron que vestirse de turistas para poder agarrarlos. 

La pandemia de coronavirus no ha afectado demasiado al país asiático: hasta la fecha se registraron 3295 casos, de los cuales 3111 se recuperaron y 58 han fallecido. Además, desde el 2 de junio que no se registran defunciones a causa de la enfermedad. 

No obstante, la industria turística, uno de los principales ingresos del país, fue duramente golpeada. Por ello, a partir de julio volvieron a abrir bares y se habilitó el ingreso para el llamado “turismo de salud”: aquellos que llegan a hacerse tratamientos de fertilidad cirugías estéticas.