Paraguay: protestas en Ciudad del Este obligaron al gobierno a suavizar la cuarentena

Se había anunciado el retorno a fase cero.
viernes, 31 de julio de 2020 · 09:35

El gobierno de Paraguay aceptó que los comercios de Ciudad del Este tengan una actividad limitada. La decisión llegó después de fuertes protestas en la capital del departamento de Alto Paraná, el segundo más poblado del país, por la decisión del gobierno de volver a la fase más estricta de la cuarentena. 

Los comercios en la ciudad fronteriza con Argentina y Brasil podrán funcionar entre las cinco de la mañana y las cinco de la tarde con fuertes controles sanitarios, según indicó el ministro de salud paraguayo, Julio Mazzoleni. Los restaurantes y gimnasios quedarán, sin embargo, excluidos de la apertura.

El funcionario recordó a los ciudadanos que la fase cero del aislamiento no afecta a la cadena alimentaria ni a la actividad de fábricas y obras, además de a la producción agropecuaria y del transporte fronterizo. La vuelta a una fase estricta en el departamento de Alto Paraná estará vigente por dos semanas.

Las medidas tomadas por el gobierno nacional sobre Alto Paraná -con especial énfasis en Ciudad del Este- buscan detener la propagación del nuevo coronavirus desde Brasil, puesto que al día de hoy, este territorio fronterizo es el que más infectados con el virus registra en el país. 

La suavización de la cuarentena en Ciudad del Este llegó después de que fuertes manifestaciones y disturbios terminaran con más de 50 detenidos. Primero comenzó como una protesta pacífica, pero luego hubo saqueos y quema de autos en la zona de la Aduana, así como enfrentamientos con la policía.

El cierre de la frontera con Brasil, dispuesta por el gobierno al comienzo de la pandemia, afectó gravemente la economía de Alto Paraná. Los comerciantes de la capital departamental ya venían denunciando la caída de sus ingresos, por lo que el anuncio del retorno a fase cero desató su ira. 

Paraguay ha sido uno de los países menos afectados por la pandemia de coronavius en América del Sur. Hasta el momento contabiliza unos 4.800 contagios y 46 defunciones por la enfermedad. 

No obstante, las autoridades sanitarias alertan de que el sistema público de salud en Alto Paraná -donde está el 36% de los casos activos del país- ya está saturado por la falta de camas de terapia intensiva y respiradores.