Arde Wisconsin: fuego y represión en otra noche de furia
Protestas contra la violencia policial.
Por segunda noche consecutiva los habitantes de la ciudad de Kenosha, estado de Wisconsin (Estados Unidos) tomaron las calles después de que un policía blanco disparara siete veces por la espalda a un hombre afroestadounidense.
La jornada se había iniciado de manera pacífica en la ciudad, con cientos de personas que gritaban a los ojos de la policía antidisturbios “Sin Justicia no hay paz”, una de las populares consignas contra la impunidad en el país.
También exclamaban “Decí su nombre: ¡Jacob Blake!”, el hombre de 29 años víctima de la violencia policial. El pasado domingo se volvió viral el video donde se ve como un oficial le disparó varias veces por la espalda mientras su tres hijos miraban.
"Quiero que mis hijos vean cómo se produce el cambio y estoy aquí para que nunca les pase nada como esto", afirmó Michelle a AFP, al marchar en la ciudad.
A pesar de que regía un toque de queda en Kenosha desde las ocho de la noche, muchos manifestantes continuaban en las calles, mientras la policía les tiraba gases lacrimógenos, a lo que ellos respondían con botellas de agua y fuegos artificiales.
La familia de Blake informó ayer que su estado de salud estaba mejorando, mientras que las autoridades de la ciudad afirmaron que los dos policías implicados en el caso habían sido suspendidos.
También hubo protestas en otras ciudades. Estas manifestaciones suceden en un contexto de plena reivindicación de las luchas contra el racismo en Estados Unidos, después de que en mayo, George Floyd falleciera asfixiado bajo la rodilla de un policía blanco.
"Estoy enojada y molesta y estoy cansada. Estoy cansada de marchar por esto", dijo Awal, en la protesta en Nueva York.
