Manifestantes anticuarentena intentaron "tomar" el Parlamento alemán: fuerte repudio
Más de 38.000 personas asistieron a la manifestación.
Las manifestaciones “anticoronavirus” en la capital de Alemania, Berlín, terminaron ayer con el intento de centenares de personas intentando forzar la entrada al Parlamento. Las autoridades alemanas repudiaron en conjunto el hecho.
El edificio del Reichstag, sede del Parlamento, tiene una gran carga simbólica para el país. En 1933 fue incendiado por los nazis para destruir el último atisbo de democracia de entreguerras. Por ello, el repudio del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier.
“Es un ataque insoportable al corazón de nuestra democracia”, sentenció el presidente de Alemania.
En la protesta, que congregó a unas 38.000 personas, también se enarbolaron las “banderas del Reich” -del Imperio que desapareció después de la Primera Guerra Mundial, en 1919- con los colores blanco, rojo y negro.
El mandatario -considerado un referente moral en el país- afirmó que las personas tenían el derecho a protestar y manifestarse, pero que su comprensión terminaba cuando “los manifestantes se mezclan con enemigos de la democracia y agitadores políticos”.
En este sentido también se pronunciaron varios miembros del gabinete. La ministra de Justicia alemana, Christina Lambrecht, afirmó que no puede repetirse “la imagen insoportable de neonazis delante del Reichstag”.
Las protestas anticoronavirus se saldaron con 300 detenciones después de que la policía interviniera por considerar que los manifestantes no estaban cumpliendo con las normas dispuestas de uso de mascarilla y respeto de la distancia social.
La protesta en la capital del país fue protagonizada por militantes antivacunas, por aquellos que sostienen teorías conspirativas y por personas que directamente se oponen a las restricciones. Pero cada vez más están siendo aglutinados por movimientos de extrema derecha.
