Ira en Beirut: tras la explosión, volvieron las protestas

Los manifestantes acusan al Gobierno de negligencia.
viernes, 7 de agosto de 2020 · 09:26

Después de la explosión en el puerto de Beirut, la ira de los libaneses volvió a tomar las calles. Anoche, decenas de manifestantes protestaron contra el Gobierno -y pidieron su dimisión- puesto que lo culpan por el estallido. 

Los manifestantes intentaron irrumpir -frustradamente- en la plaza de Nejmé, lugar en la capital libanesa donde se encuentra el Parlamento. Sin embargo, fueron impedidos por la policía. El resultado de las protestas fue de varias personas heridas. 

Fuentes policiales citadas por la agencia de noticias estatal libanesas NNA justificaron su represión con gases lacrimógenos hacia los manifestantes al informar que éstos habían lanzado piedras contra los oficiales y habían prendido fuego barricadas.

Durante la visita ayer del presidente de Francia, Emmanuel Macron, decenas de personas apelotonadas alrededor del mandatario también gritaron consignas contra el gobierno, en general, y contra el presidente libanés, Michel Aoun, en particular. 

Es que muchos habitantes de Beirut sostienen que fueron la negligencia e incompetencia del Gobierno las causantes de la explosión, presuntamente, de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en uno de los almacenes del puerto, que destruyó a media ciudad.

Mañana se espera una gran manifestación antigubernamental en las calles de la capital del pequeño país árabe. Las protestas, aunque hayan mermado por la pandemia de coronavirus, comenzaron el año pasado a causa de la sostenida crisis económica del país.

Líbano está de luto oficial desde que el miércoles estallara el puerto de la capital. La detonación creó una onda expansiva que destruyó miles de edificios y casas, por lo que centenares de miles de personas quedaron sin hogar.

16 personas  -incluido el director del puerto- han sido detenidas por el accidente en las instalaciones portuarias que hasta el momento dejó más de 150 fallecidos y más de 5000 heridos. Los daños materiales, además, rondarían entre los 3.000 y 5.000 millones de dólares.