Expertos de la ONU condenaron las expulsiones masivas de ciudadanos de Haití desde Estados Unidos

Un grupo de cinco expertos en derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió hoy que las expulsiones masivas de ciudadanos de Haití, por parte de las autoridades de Estados Unidos, podrían tratarse de una “exclusión racializada” que se arrastra en el país frente a los migrantes afrodescendientes.

“Tales expulsiones colectivas violan el derecho internacional”, afirmó el equipo de expertos sobre el trato a los migrantes del empobrecido país caribeño. “Las políticas estadounidenses también impidieron a los haitianos buscar protección, incluso, pedidos de asilo y los forzaron a volver a otros países donde se enfrentan a una atmósfera de discriminación racial, violencia de género y violencia xenófoba”, agregaron desde la ONU. Pero las faltas a las personas oriundas de Haití no se terminan ahí.

“El derecho internacional prohíbe expulsiones arbitrarias o colectivas. Los estados no pueden catalogar per se a todos los inmigrantes de una cierta nacionalidad como amenazas para la seguridad nacional”, subrayó el equipo. “A todos los migrantes, no importa su nacionalidad, raza o estatuto migratorio deben garantizarles las protecciones previstas por el derecho internacional”, continuó. A la vez,  explicó que en el caso de las personas de Haití no hubo un tratamiento y evaluación individualizados.

El título 42

Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno de Estados Unidos puso a funcionar el llamado “Título 42”, que tiene como objetivo expulsar “en caliente” a los inmigrantes que llegan irregularmente a la frontera, con la excusa de proteger al país de la propagación del coronavirus.

No obstante, esta política (que ya le valió al presidente estadounidense, Joe Biden, grandes críticas de propios y ajenos) no permite evaluar individualmente las circunstancias particulares de las personas y sus necesidades de protección. Por ello, la condena de la ONU.

Los expertos enviaron “una carta de acusación al Gobierno de Estados Unidos expresando la preocupación de que los recientes refuerzos migratorios contra las personas oriundas de Haití probablemente estén en conflicto con el derecho internacional del refugiado y los derechos humanos a nivel internacional.