A tres días de la COP26, cuatro mitos sobre el cambio climático que ya no van más

Este domingo comenzará la cumbre mundial sobre el cambio climático.
jueves, 28 de octubre de 2021 · 10:26

Este domingo, 31 de octubre, se inaugurará la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), la cumbre más importante de los últimos años que renovará los compromisos y, preferentemente, acortará los plazos para enfrentar la crisis. No obstante, aún hay muchos escépticos que esgrimen diferentes mitos sobre el cambio climático. Aquí desmentimos algunos de ellos.

La COP26 se extenderá hasta el 12 de noviembre.

 

El clima siempre cambió

Aunque es cierto que el Planeta Tierra vivió períodos muy fríos y otros más cálidos, y que hubo una glaciación cada unos 10 mil años a lo largo de su historia, el cambio climático que se ve ahora es totalmente excepcional. No solo por la magnitud del calentamiento, sino también por su carácter global y la velocidad en la que se produce.

"Desde 1970, la temperatura mundial aumentó más rápido que en cualquier periodo de 50 años en los últimos dos milenios", indicó el devastador informe del Grupo Intergubenamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de este año. Diversos estudios realizados a partir de datos meteorológicos, de sedimentos y de extracciones de hielo confirman esto.

Canadá registró este junio una temperatura récord de 46,9°C.

 

Es un complot

Otra de las falsas afirmaciones que se sostienen es que el cambio climático es en realidad un control o un complejo plan creado a nivel global con dos supuestos objetivos: justificar la financiación a la ciencia o bien controlar a la población.

Para que esto sea cierto, debería haber un aparato gigantesco de Gobiernos sucesivos perfectamente coordinados y cómplices de infinidad de científicos. Pero lo que sucede es que el consenso sobre el origen antropogénico del problema entre la comunidad científica es prácticamente unánime (en un 99 %).

Decenas de miles de estudios realizados por científicos independientes de todo el mundo lo confirmaron. Sin ir más lejos, el IPCC es realizado por cientos de investigadores y está disponible para ser revisado por todos los miembros de las Naciones Unidas.

El último IPCC, publicado en agosto, tiene más de 3 mil páginas y fue realizado por 234 investigadores de 66 países.

 

Unos grados más no pueden ser tan terribles

Esta es otra de las preguntas en las que insisten los escépticos sobre el cambio climático: ¿Cómo puede haber calentamiento global si tenemos períodos de frío intenso? La respuesta tiene que ver con la diferencia entre meteorología y clima.

La evolución del clima se estudia a largo plazo, mientras que los fenómenos meteorológicos pueden tener sus particularidades, aún cuando puedan ser agravados por el cambio climático.

Los fenómenos cada vez más extremos están íntimamente relacionados con la crisis climática.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, confesamente negacionista, por ejemplo, dijo una vez: “Buena parte del país está bajo una enorme cantidad de nieve y sufre temperaturas frías de récord. ¡Un poco del viejo calentamiento global no vendría mal!". Pero el calentamiento no es una buena noticia.

El permafrost es el suelo que permanece siempre congelado en las partes más cercanas al Ártico, por ejemplo, en gran parte de Rusia y Canadá. Si el permafrost se descongelara, se liberarían grandes cantidades de gases de efecto invernadero atrapados allí, que agravarían aún más la situación. Esto sumado a la gran cantidad de virus desconocidos que están congelados y que podrían volver a andar por la tierra.

Un aumento de la temperatura global de 2°C por encima de los niveles preindustriales elevaría un metro el nivel del mar, por lo que muchos países isleños y zonas costeras desaparecerían.

 

No hay evidencia de la influencia humana

Pese a que hay quienes todavía cuestionan que la actividad humana esté detrás de este desastre, para la comunidad científica la evidencia es contundente: las emisiones de gases de efecto invernadero no pararon de aumentar desde la revolución industrial por el uso de energías fósiles.

"No hay duda de que la influencia humana recalentó la atmósfera, los océanos y la tierra", concluyó el IPCC.