El Líbano no tiene respiro: por falta de combustible, colapsó la red eléctrica en todo el país

Todavía no se sabe hasta cuando el Líbano estará sin energía, pero podrían ser varios días.
sábado, 9 de octubre de 2021 · 14:01

Las dos principales centrales eléctricas del Líbano colapsaron hoy porque se quedaron sin combustible para funcionar. Se estima que el apagón puede durar al menos dos días, pero no se descarta que continúe por varios más.

La empresa eléctrica estatal del Líbano, Electricité du Liban (EDL), informó que no hay nada que pueda hacerse en estos momentos para volver a poner a funcionar la red en el pequeño país árabe. La compañía enumeró las causas por las que no puede reanudarse el servicio: “Las difíciles condiciones operativas”, “la baja capacidad de producción” y “la existencia de importantes estaciones de transferencia fuera del control de la institución”.

Hoy dejó de funcionar la central Zahrani, en el sur del país, y ayer ya lo había hecho la Deir Amar, en el norte.

La EDL declaró a la Agencia Nacional de Noticias del Líbano que se analiza la posibilidad de conseguir el carburante suficiente como para restaurar el flujo en la red aunque sea unos días.

Asimismo, hoy llegará al país un cargamento de fuel oil, pero no podrá ser descargado hasta principios de la semana que viene. Mientras, los empobrecidos libaneses deberán rebuscárselas.

 

Crisis sobre crisis

El apagón total llega cuando ya la red eléctrica podía suministrar solamente una o dos horas de luz al día a los hogares del Líbano. Por ello, ya estaban obligados a volcarse a los servicios de los generadores privados en los barrios.

No obstante, como estos también operan con combustible y el precio de este se disparó, son pocas las personas que pueden acceder. El colapso de la red hará que más personas se vuelquen a estas fuentes, aunque no podrán con la demanda. Toda esta situación podría complicar el funcionamiento de sectores esenciales, como el sistema de salud.

El país mediterráneo atraviesa una de las peores crisis del mundo y, según el Banco Mundial, una de las peores del último siglo. Una gran parte de la sociedad libanesa está sobre o por debajo de la línea de pobreza y lo único que separa a muchos de la escasez de comida son las remesas que envían sus familiares desde el exterior.

Su sistema bancario colapsó, su moneda perdió 15 veces su valor y tiene una deuda externa impagable. Todo esto sumado a la explosión en el puerto de Beirut, su capital, que dejó destruida a gran parte de la ciudad.