Austria se blinda: la Policía custodia a los no vacunados obligados a confinarse

El Gobierno de Austria sacó el arsenal pesado para frenar una nueva ola de contagios de coronavirus. A partir de hoy, todos los ciudadanos que no estén vacunados deben encerrarse y la Policía se asegurará de que así lo hagan.

El canciller (primer ministro) de Austria, Alexander Schallenberg, fue el primer gobernante de Europa en tomar esta drástica e inédita decisión, pero consideró que era fundamental. "La situación es seria. La cuarta ola nos afecta plenamente. Eso se debe a la variante Delta, pero también a la baja cuota de vacunación”, afirmó ayer el mandatario del país europeo.

Al menos hasta el 24 de noviembre, todas las personas mayores de 12 años que no se hayan vacunado contra el coronavirus o que no hayan padecido la enfermedad en los últimos 180 días no podrán salir de su casa, salvo para comprar elementos esenciales, ir al médico o a vacunarse y hacer ejercicio al aire libre.

Los no vacunados de Austria podrán ir a trabajar, aunque siempre que presenten un certificado PCR negativo realizado como máximo 48 horas antes.

Karl Nehammer, el ministro del Interior del país de habla alemana, aseveró que habrá un amplio despliegue policial abocado a que se cumplan las nuevas disposiciones. Esto quiere decir que pueden pedir aleatoriamente certificados de vacunación a toda la ciudadanía.

Europa toma medidas

Pese a que adoptó las medidas más drásticas hasta el momento, Austria no es la única en Europa que evalúa (o que ya puso en marcha) nuevas restricciones. Rusia, por ejemplo, que siempre fue reticente a los confinamientos, analiza imponer un pase sanitario después de que se cumpliera una semana de 1.200 muertos diarios a causa de la enfermedad.

En Alemania, los tres partidos que negocian la creación el nuevo gobierno están de acuerdo que deben tomarse medidas urgentes. Entre ellas, se evalúan una serie de restricciones para quienes no estén vacunados, como la reducción de los contactos.