"No somos quienes le hemos declarado la guerra al Estado”: los mapuches defienden su lucha en Chile

El gobierno del presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretó el estado de excepción en las sureñas regiones de la Araucanía y el Biobío, y autorizó el despliegue militar en la zona, pero a las comunidades mapuche no les sorprendió esta respuesta por parte de Santiago. Más aún, afirman que no se dejarán amedrentar.

“Nosotros lo hemos interpretado como una medida desesperada de este Estado a la hora de salvaguardar los intereses del empresariado comprometido con la lucha contra nuestro pueblo”, señaló Héctor Llaitul, vocero de la organización política Coordinadora Arauco Malleco (CAM), una de las señaladas por la querella presentada por el oficialismo de Chile, en entrevista con Sputnik. Por ello, se preparan para defenderse de la “arremetida” del Gobierno del país trasandino.

"Nosotros no somos quienes le hemos declarado la guerra al Estado. Nosotros lo que hacemos es la autodefensa y la resistencia de los espacios ya ganados”, explicó Juan Pichún, el lonko (jefe) de la comunidad de Temulemu. Las comunidades sostienen que deben enfrentar una permanente militarización de la zona por parte del Estado de Chile a partir del control territorial de las tierras que consideran recuperadas.

 “Va a seguir siendo ese el discurso, vamos a seguir en ese camino, seguir haciendo el llamado de los espacios ya ganados de mantenerlos firme y posicionarse las comunidades en esos espacios", agregó.

Búsqueda de autonomía

El vocero de la CAM detalló que las experiencias de control territorial se extendieron. “Ya hay un control de zonas que nos permitiría la constricción del Lof (espacio territorial)”, indicó Llaitul y explicó que estos son “los centros por excelencia mapuche", donde tienen todos los elementos que los caracterizan como pueblo nación.

Lo que buscan, entonces, es una autonomía. "Nosotros estamos por establecer zonas liberadas mapuches en donde tengamos procesos de autonomía más concretos, de soberanía, en donde podamos ejercer mediante nuestras propias autoridades tradicionales y también el desarrollo de esta capacidad de autogobernarnos, que nos fue despojada en los tiempos de la ocupación de esta territorialidad ancestral", declaró a Sputnik.

La salida

Las comunidades rechazan “de forma categórica” las acusaciones de terrorismo y narcoterrorismo por parte del Estado de Chile y afirman estar dispuestas a tener la voluntad política de procurar una solución a través del diálogo. Para ello, consideran fundamental que haya observadores internacionales en el proceso.

Sin embargo, no creen que las autoridades chilenas accedan a esta última petición. Los voceros de las comunidades estiman que al Estado del país vecino no le conviene que desde el exterior se lo vea como “un Estado fascista que reprime a un pueblo originario, que lo reprime con la bota militar”, y que tampoco sería favorable para el empresariado porque, sostienen, "quieren negar que ellos están devastando nuestros territorios, depredando prácticamente los suelos y el medio ambiente y la territorialidad ancestral de la que nosotros reivindicamos con mucho orgullo”.