Alarmante avance de la variante Ómicron en el Reino Unido: un nuevo récord y los servicios al límite

Las autoridades sanitarias del Reino Unido informaron que se detectaron 119.789 contagios de coronavirus en las últimas 24 horas, un nuevo récord para el país europeo en medio de la nueva ola de la pandemia impulsada por la variante Ómicron.

Aunque no se sabe con exactitud cuántas de las nuevas infecciones pertenecen a la variante Ómicron, la nueva mutación se propaga rápidamente, en especial en Londres, donde 2.036 personas están internadas a causa de la enfermedad.

La cifra dada a conocer hoy representa un gran aumento de 14 mil casos respecto de ayer. Así, pese a que dos estudios realizados por instituciones británicas señalan que la enfermedad causada por la variante Ómicron sería más leve, no deja de causar estragos en el normal funcionamiento del país.

Los servicios, complicados

Debido al extraordinario repunte de la pandemia en el Reino Unido, provocado en gran medida por la nueva cepa, los servicios básicos, como la salud y el transporte, están en alerta total debido a la falta de personal.

Por ejemplo, el pasado 19 de diciembre, unos 18 mil trabajadores sanitarios del sistema público de salud estaban aislados por razones relacionadas al coronavirus, según los últimos informes al respecto.

Dicha cifra representa un 59% más que la semana anterior y es representativa de la alerta con la que se vive la nueva ola, como explicó el director médico de salud de Inglaterra, Stephen Powis.

El NHS (salud pública) está en modo de guerra.

El médico agregó: “La plantilla está luchando contra la variante Ómicron, inyectando cientos de miles de dosis de refuerzo de la vacuna cada día, tratando a miles de pacientes graves y atendiendo urgencias de otras dolencias. Todo eso, mientras vemos un preocupante y cada vez mayor absentismo por el coronavirus".

Este déficit también comenzó a verse en el sector de transporte. Cientos de servicios de trenes fueron suspendidos por causa de las bajas por enfermedad de los trabajadores.

Además, el Municipio de Londres decidió cerrar completamente toda una línea de subte (Waterloo and City) y utilizar a sus trabajadores para mantener en funcionamiento la línea central.