Francia aprueba una polémica ley contra el islamismo radical
El texto ha recibido fuertes críticas de un sector de la sociedad.El Congreso de la República de Francia ha aprobado un proyecto de ley que supone pondrá fin al extremismo islámico que ha cegado la vida de cientos de personas en todo el territorio europeo. Como lo había prometido en los últimos meses del 2020, el presidente francés, Emmanuel Macron, llevó hasta el hemiciclo del parlamento galo este controversial plan, con el cual, el Gobierno espera combatir al separatismo islamista.
Fuente: (CGTN en Español)
Con mayoría absoluta, los representantes de la Cámara Baja de Francia (todos del partido de Macron) aceptaron esta polémica idea materializada del ejecutivo nacional que consta de más de 70 artículos, en los que según la prensa local, no solo se estigmatiza a la sociedad musulmana, sino que además, limita la libertad de culto, el discurso de grupos religiosos y plantea el cierre de escuelas y mezquitas tradicionales. Otra de las prohibiciones más cuestionadas por la comunidad árabe ha sido el veto a “los predicadores extremistas o radicales”, para impedir que estos consigan sumar a más personas dentro de sus filas.
Con 347 votos a favor del texto, 65 abstenciones y 151 curules en contra, fue aprobado este proyecto que ahora será enviado al Senado de Francia donde será sometido a unos comicios finales. Sin embargo, el mandatario francés no cuenta con la mayoría legislativa en esta sede y serán los debates los encargados de darle o no la aprobación final. Esta normativa ha sido una de las promesas electorales de Macron, quien posiblemente se postule a una nueva reelección el próximo año en las elecciones presidenciales del país europeo.
Opiniones divididas dentro de la sociedad francesa y en el extranjero.
Como era de esperarse, la aprobación del texto ha convulsionado a la población francesa. Por una parte, destaca un sector de la sociedad conservadora que considera que los grupos islámicos radicales representan un peligro para la nación, por los múltiples atentados extremistas que han cegado la vida de cientos de personas. Como el asalto al Charlie Hebdo en el 2015, donde 12 personas fallecieron y varias resultaron heridas; o los del 13 y 14 de noviembre del mismo año, cuando un suburbio de París fue estremecido por un grupo de atacantes extremistas que se inmolaron en Saint Denis, dejando un saldo de 130 víctimas fatales y 415 lesionados.
Para este sector de la nación europea, los grupos religiosos intentan socavar las tradiciones de la República francesa, pero para otra parte de la población, el nuevo proyecto solo afianza aún más el estigma social que pesa sobre la población musulmana practicante. Recordemos que en muchos suburbios del país hay comunidades enteras de migrantes ascendencia árabe, que en su mayoría profesan la religión islámica y que, frecuentemente, son marginados por sus creencias.
Uno de los casos de discriminación con más proyección internacional se vivió a finales del 2020, en una universidad francesa, cuando una mujer de nacionalidad turca que fue obligada a retirarse el Hiyab (velo islámico con el que las mujeres se cubren el rostro y partes del cuerpo) para poder entrar a su aula de estudios. Esta acción fue fuertemente criticada por el Gobierno de Turquía con quien Francia tiene grandes diferencias ideológicas. Incluso, varios países de la comunidad musulmana practicante protagonizaron multitudinarias protestas en el 2020 en contra de la administración gala; estas movilizaciones fueron denominadas “el boicot a Francia y a Macron”.