Reino Unido se prepara para la salida del encierro: Johnson ofrecerá la hoja de ruta

Buenas noticias para el Reino Unido. El Gobierno británico se reunirá este lunes en Londres, capital de Inglaterra, para oficializar la reapertura gradual de la región tras varios meses de un continuo aislamiento social preventivo que sofocó las finanzas del Estado. El anuncio podría ser emitido esta misma tarde desde el palacio gubernamental y será el primer ministro, Boris Johnson, quien explique la hoja de ruta que deberán seguir los ciudadanos para la vuelta a la nueva normalidad. 

El alivio paulatino de las restricciones en el Reino Unido llega justo en un momento crucial para la nación inglesa y es que, después de pasar dos meses de un fuerte encierro, la maltrecha economía británica podría estar viendo la luz al final del túnel con un incentivo que el Gobierno espera reactive la recuperación rápidamente. Johnson ha informado que se destinarán unos 2.1 billones de libras esterlinas para reactivar las finanzas de las islas británicas, lo que se traduce en unos 2.94 billones de dólares americanos. Evidentemente, el premier británico tiene todas sus esperanzas puestas en esta inyección de capital que en los últimos días fue el centro del debate en el pleno del Senado.

Aunque todavía no se tiene fecha estipulada para el desbloqueo de la región europea, las medidas de alivio llegarán más temprano que tarde, porque el Gobierno anticipó que la jornada de vacunación ha sido todo un éxito. Según Johnson, las vacunas ayudaron a reducir la incidencia diaria de casos positivos y a contener las cifras de fallecimientos en el país. Claro que el fuerte aislamiento también contribuyó en este logro nacional. El último recuento de las autoridades sanitarias en Gran Bretaña sitúa a las islas en el quinto lugar del mundo con más fallecidos COVID, con unos 120.000 decesos que en su mayoría se reportaron entre noviembre y diciembre, la fecha más letal para el reino inglés. 

En este contexto, los partidos políticos han presionado al Gobierno nacional para que anticipe cuanto antes la fecha definitiva para el inicio de la reapertura. Sin embargo, la administración británica ha asegurado que no aceptará ningún tipo de coacción y que el Estado está obligado a salvaguardar la vida de sus habitantes, por lo que actuarán con cautela. El reino británico quiere evitar el resurgimiento del virus si se abre el país demasiado rápido. Es por ello que cualquier tipo de flexibilización, como la del 8 de marzo, cuando se tiene estimado el regreso a clases presenciales, deberá contar con el seguimiento correspondiente de las autoridades hasta que se identifique el efecto que la misma pueda causar en los habitantes del Reino Unido.

Recordemos que los cuatro países que componen a Gran Bretaña fueron los primeros en el mundo en aprobar la vacuna contra el coronavirus y, seguidamente, en empezar a vacunar contra la enfermedad. Hasta la fecha, unas 17,6 millones de personas han recibido por lo menos la primera dosis, lo que se traduce en poco más de la cuarta parte de la población nacional. Hace apenas unos días, El Gobierno se comprometió con los 67 millones de habitantes de la colonia británica en proporcionar a finales de julio las inyecciones de todos los ancianos mayores de 60 años.