Brasil en el ojo del huracán pandémico del coronavirus: aumentan los fallecimientos
Sao Paulo recrudece las restricciones, no habrá fútbol ni actos religiosos.Por segunda semana consecutiva, las cifras de fallecidos por coronavirus en Brasil superan las de cualquier país del mundo ubicándolos en el foco central de la pandemia. Los días miércoles y jueves, la nación sudamericana registró las peores tasas de decesos desde el inicio de la emergencia sanitaria, hace poco más de un año, con más de 2.200 defunciones por cada 24 horas. Primero: el miércoles 10 de marzo se reportaron 2.286 víctimas de la enfermedad; después: el jueves 11, se confirmaron unos 2.233 fallecidos en toda la geografía brasileña.
Por consiguiente, la pandemia de coronavirus deja un total de 272.000 decesos en toda la región, unos 11.2 millones de contagios y sumando, porque las precarias condiciones sanitarias en Brasil y el lento proceder de las vacunaciones amenazan con recrudecer los casos. De acuerdo con lo reseñado en la agencia de noticias EFE, los distintos departamentos de Salud en la nación han alertado a la población que las condiciones serán mucho peores en los próximos días, ya que apenas se están empezando a contabilizar los contagios adquiridos en las celebraciones del Carnaval, por lo que se esperan escaladas infecciosas y de decesos mucho peores en esta segunda ola del virus.
Fuente: (EFE noticias)
El balance general de la pandemia en Brasil, por lo menos en lo que va de 2021, ha evidenciado un fuerte recrudecimiento de la crisis sanitaria en el país, aunado al colapso de los sistemas hospitalarios en importantes regiones como Sao Paulo, Río de Janeiro y Manaos; además, el abarrotamiento de las unidades de cuidados intensivos y el preocupante desabastecimiento de insumos médicos dentro de los centros de salud han obligado a varios recintos a cerrar las emergencias y los cuidados COVID.
Aunque los gobierno regionales han empezado a tomar cartas en el asunto para mitigar la incidencia del virus; por ejemplo: en el estado de Sao Paulo, el Gobierno regional se ha visto en la obligación de suspender todas las actividades deportivas y los eventos religiosos de cara a las festividades de Semana Santa, ante el inminente colapso de los centros de salud. La medida cancelaría las misas masivas y los encuentros de fútbol desde el 15 hasta el 30 de marzo y, posiblemente, se extienda por otro par de semanas si los casos no se reducen. Asimismo, las autoridades han recomendado a los recintos educativos disminuir las clases presenciales en aras de controlar el flujo de personas en las calles de la región.
Este panorama ha dejado un amargo sabor de bocas en toda la nación sudamericana, pero sobre todo al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a quien la población ha acusado de “causar un genocidio masivo en la región” por anteponer la economía sobre la salud. Ya que, en reiteradas oportunidades, el ejecutivo se ha negado a instaurar medidas de confinamiento y bloqueos generales en el país, porque estas suponen una paralización de las finanzas brasileñas. El descontento y la baja popularidad de Bolsonaro le podrían pasar factura a la hora de las elecciones presidenciales pautadas para el 2022 y, más aún con la vuelta a la escena política de su máximo adversario, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha calificado su gobierno como uno de los más irresponsables en la historia brasileña.