“Falsas e infundadas”: Rusia se defiende de las acusaciones de EE. UU.
La embajada rusa niega la injerencia y se opone a las sanciones.
Aumenta la tensión política entre Rusia y Estados Unidos: este miércoles, la sede diplomática rusa en Washington DC emitió un comunicado oficial desmintiendo las acusaciones que pesan contra el Kremlin sobre su presunta injerencia en las pasadas elecciones presidenciales del 2020. Moscú calificó de “falsas e infundadas” las incriminaciones que apuntan directamente al mandatario ruso, Vladimir Putin, a quien culpan de intentar inclinar el resultado comicial a favor del entonces presidente y candidato a la reelección, Donald Trump.
Rusia ha rechazado categóricamente las denuncias de la Oficina Nacional de Inteligencia de EE. UU. asegurando que “no tienen pruebas comprobables que vinculen al Kremlin con esta supuesta intromisión en los comicios”. Asimismo, ha criticado a Washington por realizar acusaciones tan serias sobre Moscú “basándose solo en la confianza de sus sistemas de inteligencia y en testimonios poco confiables”. En la misma línea, la misiva condena cualquier intento sancionatorio contra el país y las autoridades rusas, porque “esto atenta contra las relaciones diplomáticas entre ambos Estados y tensará aún más la política internacional”.
No obstante, la mayor polémica se desató en los Estados Unidos luego de que el presidente de esta nación norteamericana, Joe Biden, amenazara a su homólogo ruso y asegurara que “deberá pagar las consecuencias si se demuestra que intentó socavar su candidatura” en los comicios del tres de noviembre, donde resultó ganador. Además, se prevé que la próxima semana la administración Biden aplique medidas severas contra el país euroasiático, reseñó la agencia de noticias Reuters. A lo que Rusia catalogó como: “un feroz ataque contra el país y su máximo líder”.
Este controversial informe de 15 páginas, vincula abiertamente a Rusia y otros cuatro países de tratar de intervenir en las elecciones presidenciales, pero no manipulando los resultados ni pirateando el proceso comicial, sino creando una campaña de desinformación y descrédito sobre el actual presidente y todo el complejo sistema electoral estadounidense. Según la misiva del Pentágono, “se crearon campañas denigrantes contra Biden, su figura política y sobre la confiabilidad del voto”, todas estrategias utilizadas en beneficio del republicado Trump.
