Despliegue policial en Jerusalén: Israel teme una nueva ola de disturbios

Estados Unidos, la Unión Europea y los países aliados llaman a la calma.
sábado, 8 de mayo de 2021 · 19:00

Después de una noche de intensos enfrentamientos entre el Ejercito de Israel y el pueblo civil palestino, el Gobierno hebreo liderado por Benjamín Netanyahu ordenó un reforzamiento militar en la ciudad santa de Jerusalén y en las inmediaciones de la mezquita de Al Aqsa, uno de los único templos musulmanes que quedan en pie en esta ciudad palestina, arrebatada por Tel Aviv.

Más de 2.000 militares israelíes fueron desplegados por los principales puntos de la ciudad sagrada este sábado, ante el temor que se produzcan nuevas manifestaciones palestinas en los próximos días, informó el ejecutivo nacional. Todo esto se da tras el recrudecimiento de las tensiones entre ambos países y los brutales enfrentamientos que se registraron la anoche del viernes, entre militares y civiles.

Fuente: (France 24)

Según la Media Luna Roja, al menos 200 palestinos resultaron heridos en las repetidas protestas nocturnas en Israel, justo en medio de las oraciones por el sagrado mes del Ramadán. Al parecer, la tensión inició los primeros días de la festividad musulmana, hace poco más de tres semanas, cuando el Gobierno israelí prohibió a los palestinos el ingreso a la Ciudad Vieja de Jerusalén (donde se ubica la sagrada mezquita) para realizar sus oraciones y reuniones religiosas

Además, se redujo el horario de movilidad diaria en la frontera entre el país hebreo y la nación árabe, medida que impidió las oraciones masivas y la asistencia a los actos religiosos del Ramadán. Sin embargo, el detonante de la ira palestina fueron los planes de desalojo de un grupo de familias de la ciudad ocupada Sheij Jarrah, misma que le pertenece a Palestina, pero que Israel arrebató el 95% de su territorio. 

La respuesta internacional

Ante el reavivamiento de las manifestaciones sociales palestinas en Israel, la comunidad internacional hizo un llamado al Gobierno hebreo, para detener el asedio contra el pueblo árabe y cualquier acto de violencia en su contra. Además, los actos agresivos contra los civiles musulmanes recibieron la condena de los países árabes. Estados Unidos y la Unión Europea se unieron a las voces que piden paz y calma, en la región.