Pese a las críticas, Bolsonaro confirma que “sí habrá Copa América en Brasil”

El polémico y siempre controversial presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha vuelto a desafiar las críticas de la opinión pública y una vez más se ha mostrado indolente ante el padecimiento del pueblo brasileño que se debate entre la vida y la muerte en un sistema de salud totalmente colapsado por la pandemia de coronavirus.

Frente a los medios de comunicación, el mandatario del país carioca ha confirmado la decisión de su Gobierno de servir de sede para la Copa América, a pesar a la terrible catástrofe sanitaria protagonizada por el país en los últimos meses y ante el riesgo de una nueva propagación masiva del virus, que ha dejado 462.791 fallecidos en el país y que no deja de constituir una amenaza para toda la red sanitaria pública. 

Fuente: (EFE noticias).

Brasil, en la actualidad, ocupa en el ranking mundial el tercer lugar entre los países con más enfermos confirmados (16.5 millones de casos) y aún así el presidente Bolsonaro se mostró entusiasta con la posibilidad de desarrollar el evento deportivo en el país de América del sur e incluso reconoció que se encuentra “más que conforme” con la decisión de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) de desarrollar la afamada copa en la región. 

Habrá Copa América en Brasil, esto ya está acordado. Tanto la presidencia como el gabinete ministerial estamos de acuerdo en llevar a cabo la gala del deporte en Brasil. 

Mientras Bolsonaro promete, ¿qué pasa en Brasil?

La realidad sanitaria en Brasil es sumamente alarmante, sobre todo en los hospitales y en las unidades de cuidados intensivos dedicadas a la atención de pacientes portadores de COVID 19, donde aún se sienten los estragos de la catastrófica segunda ola del virus, que sumó más de 4 millones de contagios en poco más de dos meses. 

Actualmente, la embestida epidemiológica en el país se encuentra “levemente controlada”, porque los casos bajaron de 100 mil a 30 mil por día, no obstante, la meta de las autoridades es bajar esta cifra a menos de 10 mil, pero entre las variantes del virus y las negativas del Gobierno a comprar vacunas, la tarea de reducir los casos se vuelve casi una misión imposible.

Los expertos acusan a Bolsonaro de minimizar el impacto de la pandemia, de obstruir la compra de vacunas y, evidentemente, de manejar mal el control sanitario del país, acusaciones que no solo le han restado popularidad entre la población nacional, sino que también le han servido para que actualmente se les abra un proceso judicial en su contra.