Nicolás Maduro criticó a EE. UU. por negarse a donar vacunas a Venezuela

Aumenta la tensión entre Venezuela y Estados Unidos: el jefe de Gobierno venezolano, Nicolás Maduro Moros, ha condenado la decisión de la Casa Blanca de no incluir al país sudamericano en la lista de beneficiarios del monumental donativo humanitario que el presidente Joe Biden ha prometido para finales del mes de junio.

Durante un rueda de prensa en la sede de Gobierno, el ejecutivo venezolano ha catalogado la acción de “mezquina y miserable”, además ha reprochado a la potencia mundial por “su constante aborrecimiento para con el pueblo venezolano”.

En medio de fuertes acusaciones y denuncias, Maduro también aseveró que “EE.UU. ha bloqueado los esfuerzos del Gobierno venezolano para adquirir las fórmulas inoculantes”, ya que en su opinión, Washington le ha “prohibido a las farmacéuticas negociar con Caracas para la compra de vacunas”. 

Son unos miserables, no solo le impiden a Venezuela comprar sus propias vacunas, sino que además, le niegan la posibilidad al pueblo venezolano de recibir un donativo humanitario. Cada vez que pueden, demuestran cuán podrido está su corazón.  

La respuesta de EE. UU. 

Ante las fuertes palabras del mandatario, el embajador estadounidense para Venezuela, que se asienta en la hermana República de Colombia, James Story, explicó que la decisión de Washington se basó “a la falta de transparencia del régimen venezolano en cuanto a la distribución equitativa de las vacunas”. Y es que, según el diplomático, el Gobierno chavista no reparte los fármacos entre los más necesitados, sino que por el contrario, “sus funcionarios los utilizan como coimas para beneficiarse de otros bienes”. 

A esta denuncia de Story se le suman la de diversos sectores de la oposición venezolana que acusan al régimen madurista de “extorsionar a las personas que quieren inmunizarse”, porque se les pide tener el cuestionado “Carnet de la Patria” para priorizarlos en el programa de vacunación contra el coronavirus. 

Esta tarjeta, impulsada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fue un sistema de documentación que el Estado creó para contabilizar a los militantes del partido y a través de esta, las personas reciben bonificaciones económicas mensuales mediante los planes de asistencia social del país sudamericano.