Chile se convierte en el país latinoamericano que menos basura recicla
El territorio ocupa el puesto número 11 a nivel mundial, según un estudio.
Chile está cada vez más lejos de considerarse un país “ecoamigable”, debido a sus bajos estándares de reciclaje y su muy cuestionable “capacidad” de producir basura anualmente. De todos los países de América Latina, esta pequeña nación, de poco más de 19 millones de habitantes, es la que más desechos sólidos “no reciclados” produce en toda la región.
Un estudio realizado por la asociación ambientalista Minderoo Foundation, con sede en Australia, posicionó a Chile en el puesto número uno de Latinoamérica como la nación que menos recicla, pues produce cada año 51 kilos de desperdicios por persona. Una cifra que si se multiplica por la cantidad de habitantes del país, resulta en el escandaloso total de más 1.000 millones de kilos por año.
Posición 11 en la lista global
Por si esto fuera poco, este análisis titulado “Índice de fabricantes de residuos plásticos”, donde se estudian los niveles de reciclaje y reutilización de unos 100 países del mundo, reveló que Chile se ubica en la onceava posición global como uno de los territorios que menos reutiliza materiales desechables, pese a las múltiples iniciativas ambientalistas y campañas de sensibilización realizadas en la región.
Además, según este mismo estudio, la mayoría de los desechos que producen diariamente los chilenos son calificados como “artículos de un solo uso”, que se usan solo una vez y se desechan de forma inmediata sin pasar por los canales de reciclaje. Estos artículos son botellas plásticas, bolsas de mercado, utensilios descartables de comida, entre muchos otros.
Son exactamente estos productos los que afectan gravemente al planeta Tierra, puesto que se calcula que el plástico común demora entre 100 y 1.000 años en descomponerse de forma natural y según la agencia Greenpeace, existen 130 millones de toneladas métricas de estos desperdicios regados en todo el mundo, millones de ellos en el mar.
A pesar de tener una de las peores cifras del mundo, Chile ha implementado nuevas políticas ambientalistas con la mirada puesta en un futuro más verde y ecosustentable, como la sustitución de plásticos comunes por materiales biodegradables más amigables con el ambiente, entre muchas otras medidas.
