Choque mortal: un avión de bomberos de Rusia se estrelló al sur de Turquía
El colapso de la nave avivó otro incendio forestal en una región montañosa.
Un aparatoso choque mortal, dejó sin vida a toda una tripulación de bomberos que trabajaban arduamente en la extinción de los incendios forestales al sur de Turquía. Un avión propiedad del Gobierno de Rusia se estrelló en una región montañosa en las costas mediterráneas, donde desde hace dos semanas arden cientos de incendios forestales.
La aeronave, un anfibio modelo Beriev Be 200, colapsó estrepitosamente sobre una cordillera montañosa pocos minutos después de haber arrojado su carga líquida en uno de los incendios que azotan al país desde hace días, por lo que se descarta que la nave haya perdido el control por exceso de peso.
Según un comunicado del Gobierno turco, el choque se registró a unos escasos kilómetros al este de donde se reportó el incendio al que la nave acudió para contener. Los ocho tripulantes de la nave perdieron la vida en el impacto, cinco de ellos eran rusos y los otros tres turcos, precisó la misiva de Turquía.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia lamentó profundamente que una parte de su valioso equipo de bomberos pereciera en el cumplimiento de su labor en tierra extranjera, por lo que ordenó un reconocimiento póstumo para las víctimas de este lamentable accidente.
Aún se desconocen las razones de la caída, pero el Gobierno ruso ya envió un equipo de expertos hasta Turquía para investigar las causas del estrepitoso accidente. A esta hora, decenas de equipos de bomberos y unidades de rescate se han desplegado en la zona del colapso del avión, porque se ha desatado un nuevo incendio forestal como consecuencia del choque, reseñó la agencia de noticias Anadolu.
Incendios forestales en Turquía
Al igual que Rusia, decenas de países del mundo han enviado apoyo logístico a Turquía para ayudarles a combatir cientos de incendios forestales que afligen al país desde hace exactamente 16 días. Bomberos de distintas nacionalidades han viajado hasta suelo turco para colaborar en la contención de unos 300 siniestros que se han extendido por todo el extremo sur de la nación.
Miles de hectáreas de bosques y montañas han resultado calcinadas por los incendios y cientos de viviendas, comercios, escuelas y hospitales se han visto afectadas por las llamas. El clima extremo y la fuerte ola de calor que azotan a la región han dificultado las labores de contención del fuego.
