Consulta popular en México: arrasó el “sí”, pero la participación decepcionó

Una abrumadora mayoría de ciudadanos de México acudieron a las urnas y el 97,7% votó a favor de que cinco expresidentes sean investigados por la Justicia. Sin embargo, la participación fue bajísima.

Solamente el 7% de los mexicanos fue a votar, es decir, unos 6,5 millones de los 93 millones que estaban convocados. Esto es un contratiempo para quienes impulsaban la consulta en el país azteca, puesto que para que sea vinculante debía tener un 40% de participación ciudadana.

En otras palabras, unos 36 millones de personas deberían haber acudido a las urnas para que el Poder Legislativo y Judicial se vieran obligados a iniciar procesos contra presuntos delitos cometidos por los mandatarios que estuvieron al frente de México desde 1988 hasta 2018.

Una consulta histórica

Se trató de un ejercicio democrático inédito para México, puesto que jamás había organizado una consulta popular federal en su historia. Sin embargo, hubo varios acontecimientos que entorpecieron el proceso y que pueden explicar la baja participación.

En primer lugar, la Corte Suprema de Justicia modificó la pregunta de la consulta. Decidió quitar la mención a los expresidentes y se omitió la parte de "presunta comisión de delitos" con el fin de asegurar la presunción de inocencia. No obstante, el enunciado final fue una pregunta interminable y confusa.

“¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?", rezaba el enunciado de la consulta.

Además, muchos criticaron al Instituto Nacional Electoral (enfrentado con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien propuso la iniciativa) por considerar que no la había difundido de manera adecuada, como era su deber.

Por otro lado, otros puntos que pueden haber desalentado la participación fueron los propios movimientos de López Obrador. Es que, aunque impulsó la consulta, luego afirmó que no iría a votar porque “miraba al futuro” y no al pasado. Después dijo que sí iría, pero que votaría en contra para que no se leyera como una “venganza”. Finalmente, no acudió.