Pueblos originarios de Brasil y el mundo protagonizarán de la Bienal de Sao Paulo

La edición será paritaria, multicultural y multiétnica, según los organizadores.
viernes, 20 de agosto de 2021 · 23:35

La nueva edición de la Bienal de Sao Paulo viene cargada de múltiples sorpresas e innovaciones para los amantes del arte y la cultura. Desde el próximo 4 de septiembre hasta el 10 de diciembre, las puertas del elegante Palacio Cicillo Matarazzo, también conocido como el Pabellón de la Bienal, abrirán sus puertas para enaltecer a los pueblos originarios, los principales protagonistas de esta gala del arte contemporáneo.

Más de 500 obras de arte de casi un centenar de artistas de América Latina y el mundo se expondrán durante los tres meses que durará la edición número 34 de la Bienal de Sao Pablo, con la bandera de diversidad y el plurinacionalismo como la premisa más importante de la cita cultural

La Bienal de Sao Paulo es una de las principales citas del arte contemporáneo latinoamericano.

Aproximadamente, el 10% de los artistas que expondrán sus obras en esta gala representan a diversos pueblos ancestrales del mundo entero, lo que significa que este año las comunidades originarias tendrán la mayor representación en toda la historia de las Bienales de Sao Paulo. Aunque los organizadores del evento no descartan que este porcentaje crezca con el paso de los años. 

 

La Bienal de la diversidad 

Además de la destacada representación de los pueblos originarios, la muestra de este año será completamente paritaria, dado que participarán la misma cantidad de hombres y mujeres, aunado a un 4% de los artistas que se identifican como no binarios. Asimismo, se presentarán piezas de arte de artistas de todos los continentes del planeta, con una gran participación de cultores europeos.

La gala del 2020 fue aplazada por la pandemia, pero este año coincide con el aniversario número 70 de la edición. 

El lema para la Bienal de este año es “Faz escuro mas eu canto” (Está oscuro pero yo canto, en su traducción al español), una frase que se enmarca perfectamente en los tiempos difíciles que le ha tocado vivir a la humanidad en el último año y medio tras la llegada de la pandemia del coronavirus.

Se espera que en esta edición, al igual que en los años anteriores, se proyecten cortometrajes, películas y documentales culturales al aire libre, por las restricciones de la pandemia.