Grecia se niega a recibir a los refugiados afganos y construye un muro fronterizo
El megaproyecto se edificó en tiempo récord y costó 60 millones de euros.Grecia levanta su propio “muro de la vergüenza'' en la frontera común con Turquía, ante el temor de una nueva estampida migratoria de refugiados afganos que buscan un lugar seguro para salvar sus vidas de los talibanes.
Este monumental cerco divisorio de acero y hormigón, de 40 kilómetros de largo y cinco de alto, fue construido en tiempo récord por las autoridades del país mediterráneo, justamente para frenar el paso irregular de refugiados y solicitantes de asilo desde las fronteras turcas, en vista de la terrible crisis humanitaria que sufre actualmente Afganistán.
Según el Gobierno helénico, estos imponentes muros fronterizos serán monitoreados las 24 horas del día por un sistema de seguridad de alta gama, compuesto por cámaras nocturnas, sensores de movimiento y una flota de más de una veintena de drones; además de las respectivas labores de patrullaje del Ejército griego y la policía fronteriza.
La construcción de este megaproyecto le costó a Grecia al menos 60 millones de euros, informó a los medios de comunicación el ministro de Protección Ciudadana, Michalis Chryssochoidis. Durante una entrevista para el portal Europa Press, el funcionario aseguró que “ahora sus fronteras serán seguras e impenetrables”, al tiempo que envió una advertencia clara a los afganos que pretendan ingresar al país.
No permitiremos cruces ilegales a nuestro territorio, ni mucho menos aceptaremos el acceso indiscriminado de refugiados como en el pasado.
Por su parte, el titular de la cartera de Defensa, Nikos Panagiotopoulos, explicó que: “Aunque la Unión Europea se haya comprometido a recibir refugiados, Grecia no está dispuesta a volver a asumir un rol pasivo ante la crisis migratoria”.
Asimismo, hizo hincapié en recordar que “su nación es una fiel creyente, defensora y promotora de los Derechos Humanos de los refugiados”, pero recalcó que una nueva diáspora masiva de migrantes podría traer graves consecuencias económicas para la región.
Bulgaria también construye su propia cerca
Bulgaria, otra nación europea fronteriza con Turquía, se ha apegado a la medida de Grecia y ha empezado a levantar su propia alambrada divisoria al sureste del país, cerca de la capital turca, Estambul, para detener la migración irregular en su país.
Tanto Grecia como Bulgaria han aplicado esta medida de forma unilateral sin tomar en cuenta a Turquía, pese a que existe un acuerdo de cooperación mutua que compromete a los tres países a contener y atender la crisis migratoria en las fronteras comunes.