La bandera de Afganistán desfiló en la ceremonia de los Juegos Paralímpicos, pero sin su delegación

Los representantes del país centroasiático no pudieron viajar debido a la inestable situación que se vive.
martes, 24 de agosto de 2021 · 10:44

En la ceremonia de inauguración de los Juegos Paralímpicos de Tokio estuvo presente la bandera de Afganistán en representación de su delegación que no pudo viajar debido a la voluble situación que vive el país.

Los organizadores de la competencia decidieron incluir la enseña afgana como símbolo de “solidaridad y paz”. El deseo de solidaridad no solo iba dirigido a los dos paratletas que no pudieron asistir, sino a todo el pueblo del país centroasiático.

La bandera fue portada por un voluntario.

Aunque en un primer momento se había propuesto que un representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) fuera quien portase el pabellón afgano en la ceremonia de inauguración, esta idea luego se descartó.

El director de comunicaciones del Comité Paralímpico Internacional, Craig Spence, explicó que finalmente se decidió no hacerlo de esta manera para que fuese un acto más neutral.

La bandera afgana, además, es ahora un símbolo de resistencia entre los ciudadanos de Afganistán que la ondean como forma de expresar su identidad nacional frente a los talibanes que llevan otra bandera: la blanca con la inscripción de la declaración de la fe islámica.

 

Dos atletas se quedaron sin viajar, pero uno fue como refugiado

Estaba previsto que la taekwondista Zakia Khudadadi y el atleta Hossain Rasouli participaran de esta edición de los Juegos Paralímpicos, pero el domingo pasado el movimiento talibán tomó el control de Kabul, la capital de Afganistán y todo se vino abajo.

Khudadadi iba ser la primera mujer en representar a Afganistán en unos Juegos Paralímpicos, pero le fue imposible viajar, pese a que pidió ayuda en las redes sociales.

Aún así, Afganistán tendrá un representante, aunque, en realidad, está en el equipo de refugiados. El nadador Abbas Karimi huyó de su país a los 16 años, primero a Irán, luego a Turquía y después a Estados Unidos a través de Acnur.

Karimi nació sin brazos y a los 13 años descubrió la natación.