Unas 400 mil personas al año se contagian de distintos coronavirus provenientes de murciélagos
Las infecciones se dan particularmente en el este y sudeste del continente asiático.
Un estudio realizado por un equipo internacional de científicos concluyó que unas 400 mil personas se infectan al año con virus que provienen de murciélagos y que son “parientes” del Sars-Cov-2, el patógeno que causó la pandemia de coronavirus.
La estimación se realizó a partir del cruce de datos ecológicos y epidemiológicos, donde se rastrearon los anticuerpos para este tipo de virus presentes en la población local del sudeste de Asia.
A partir de estos datos, la investigación construyó un mapa de los “puntos calientes” donde se encuentra la mayor cantidad de infecciones de este tipo: el sur de China, el noreste de Myanmar, el norte de Vietnam y Laos.
La mayoría de las personas que contrajeron estos coronavirus propagados por murciélagos ni siquiera se enteraron, puesto que pueden haber confundido la infección con gripe o con un resfrío. Sin embargo, para los expertos en el tema, la investigación muestra el riesgo latente de que se desate una nueva pandemia.
“Muestra eficientemente el peligro claro que presenta el contagio de virus de murciélagos a humanos. Estas exposiciones son continuas y frecuentes y claramente ocurren mucho más seguido que cualquier exposición en un laboratorio”, señaló Eddie Holmes, un biólogo evolutivo y virólogo de la Universidad de Sidney (que no participó del estudio), al diario The Telegraph.
“La mayoría de estos caos no irá a ningún lado. El virus no se podrá adaptar bien para crecer o para propagarse entre los humanos y listo”, afirmó el experto, pero advirtió que solo hace falta uno que mute de tal manera que permita la transmisión de persona a persona para que haya una potencial pandemia.
Más brotes no serían una sorpresa
La importancia del estudio
La pertinencia de esta investigación no solamente puede echar luz sobre el área donde el nuevo coronavirus pudo haber saltado a los humanos y generar la pandemia, sino que también serviría para prevenir nuevas epidemias.
Los expertos que llevaron adelante este estudio hicieron hincapié en que los mapas con los “puntos calientes” que produjeron puede ayudar a las autoridades a vigilar las áreas de mayor riesgo para atajar a los nuevos brotes que puedan surgir antes de que se expandan.
Pero, también, puede ser útil para informar a las comunidades de estos lugares para que reduzcan los comportamientos de alto riesgo respecto de estas infecciones, como visitar cuevas donde viven murciélagos o cazar y comer animales salvajes.
